Tras el emotivo homenaje que realizó en sesión solemne la Asamblea Nacional de Nicaragua, los diputados y personalidades del ámbito político destacaron el trabajo tenaz del militante histórico en su cargo como secretario internacional del Frente Sandinista.
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"Fue un ejemplo de lucha, de firmeza revolucionaria, un hombre que trabajó arduamente, hombro con hombro junto con todos los partidos políticos de izquierda de América Latina, a favor de la causa de los pueblos de nuestro continente y del mundo entero, un compañero con una enorme trayectoria revolucionaria, de las primeras generaciones de militantes", reflexionó Carlos Fonseca, quien compartió muy de cerca con el diputado.
"Es el hombre que tenía siempre las palabras, los consejos inmediatamente en cuanto se tocaba el tema internacional, de la hermandad con los países", apuntó el diputado Arturo Valdez Robleto.
"Desde muy joven siempre luchó, por algo que siempre creyó, que otra Nicaragua es posible, una Nicaragua mejor", sostuvo el diputado Edwin Castro.
"Y ahí va a estar nuestro hermano Jacinto, su pensamiento, su legado, su actitud y las prácticas de hermandad y de eso debemos de nutrirnos todos los días", valoró la diputada Irma Dávila.
"Los viejos estamos muy sentidos por su partida, pero el ya partió a hacer fila con nuestros héroes y nuestros mártires, que nos dan nuestra fortaleza a la par de nuestros ideales y nuestra bandera", indicó Edén Pastora.
"Yo lo catalogo como uno de los más firmes militantes, primer lugar merece nuestro respeto", dijo Doris Tijerino, del Parlamento Centroamericano.
Su biografía
Jacinto Suárez Espinoza, nació en Managua, hijo de Jacinto Suárez y Adilia Espinoza, estudió su secundaria en el Instituto Ramírez Goyena y luego cursó en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Desde joven integró las estructuras del Frente Sandinista, participó de manera activa en las luchas estudiantiles, gremiales y políticas hasta febrero de 1967, motivos por el cual fue perseguido hasta que lo llevó a la clandestinidad y posterior estuvo privado de libertad desde el 6 de agosto de 1967 hasta el 30 de diciembre de 1974.
Desde 1975 hasta 1978 se desempeñó como representante del Frente Sandinista en la Habana, Cuba, trabajó en las tareas de logística en Costa Rica y Panamá en 1979, fungió como oficial ayudante de la comandancia general del Ejército Popular Sandinista, viceministro de relaciones exteriores, oficial superior con grado de comandante del Ministerio del Interior, embajador extraordinario y plenipotenciario en la Unión Soviética, presidente, vicepresidente y secretario de la junta directiva del Parlamento Centroamericano.
En los últimos años mantuvo el cargo de Secretario Internacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional, diputado propietario y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional de la República de Nicaragua.
