En la Cancillería de la República se desarrolló un acto de condecoración del Embajador saliente de Perú, quien concluye su misión diplomática en nuestro país.
Ante representantes del cuerpo diplomático acreditado en Nicaragua y funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Gobierno reconoció la labor que realizó el embajador Alfredo José Castro Pérez Canetto, a través de la imposición de la Orden José de Marcoleta en el Grado de Gran Cruz.
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"Como reconocimiento que concede con mucho aprecio el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua al término de su misión diplomática en nuestra nación", dijo el canciller de la República, Denis Moncada Colindres.
“Promovió diversas actividades gastronómicas y culturales en Nicaragua, actividades de relevancia que permiten comprender las históricas raíces ancestrales que nos heredaron nuestros antepasados”, agregó.
Responsabilidad en su labor
El embajador estuvo cinco años trabajando por el fortalecimiento de los lazos de amistad, comercio y cooperación entre Nicaragua y Perú, sobre todo en momentos de emergencia, como tras el paso de la Tormenta Nate en el 2017, donde colaboró con la niñez afectada en la comunidad de Malacatoya.
"A través suyo, estimado canciller, permítame expresar al Señor Presidente Daniel Ortega y a la Señora Vicepresidenta Rosario Murillo, mi sincero agradecimiento por haberme otorgado la Gran Cruz de la Orden José de Marcoleta y por haberme acogido en su país con respeto y apreciable consideración, al igual que sus autoridades gubernamentales", expresó el Embajador saliente de la República del Perú, Alfredo José Castro Pérez Canetto.
El embajador se declaró encantado con las bellezas naturales y culturales de Nicaragua, país del que se lleva los mejores recuerdos y con el que Perú cumple 160 años de relaciones diplomáticas.
