El nombre de Roberto Clemente está arraigado en la sangre de aquel nicaragüense que lucha con valor por defender la soberanía de nuestro país.
La deuda eterna que tiene Nicaragua con este beisbolista puertorriqueño es inmensa, por tal razón el Movimiento Ambientalista Guardabarranco y la Juventud Sandinista plantaron 50 árboles en conmemoración de su paso a la inmortalidad.
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"Son 50 árboles forestales y frutales en conmemoración de la muerte de Roberto Clemente, a sus 47 años del paso a la inmortalidad, realmente no cualquier persona dejar la comodidad de su hogar para viajar a otro país y ayudar", expresó con gran admiración Ligia Sevilla, miembro del Consejo Nacional del Movimiento Ambientalista Guardabarranco.
"Es por eso que nosotros lo recordamos y es por eso que decimos que esta acción se inmortalizó en nuestros corazones, porque Roberto Clemente ha sido un hombre ejemplo, un deportista destacado que hoy nosotros queremos ser como él", afirmó Sevilla.
El pelotero de Puerto Rico, gloria internacional del béisbol en la época de los 70, dejó a su familia y se enrumbó a nuestra tierra en apoyo a los nicaragüenses, que en ese momento estaban abatidos por el terremoto del 72, mismo que provocó la muerte de miles de hermanos.
Su propósito era entregar personalmente la donación de alimentos que venía de ese hermano país Puerto Rico.
Paso a la inmortalidad
La fatalidad ocurrió en el mar, el avión presentó desperfectos y se hundió, con él Roberto, quien falleció por apoyar a una tierra que ahora lo admira y respeta.
Jason Quezada, del Movimiento Ambientalista Guardabarranco, detalló: "El día de hoy a 47 años del paso de la inmortalidad de Roberto Clemente, la juventud nicaragüense, el Movimiento Ambientalista Guardabarranco, conmemora ese paso a la inmortalidad con esta jornada de reforestación".
"Cabe destacar que estamos a nivel nacional en diferentes estadios, en diferentes partes sembrando en conmemoración de la vida y legado y ejemplo de Roberto Clemente, en este ejemplo de solidaridad con el pueblo nicaragüense; desprenderse de la comodidad de su hogar, de su familia por venir a Nicaragua a hacer ese gesto tan amable en solidaridad", agregó Quezada.
"Hoy estamos celebrando aquí sus 47 años del paso a la inmortalidad sembrando vida, sembramos amor, sembramos esperanza para que nosotros comúnmente sandinistas sigamos con el compromiso de amar a nuestra madre tierra", indicó Amanda Dávila.
Los valores de ayuda al prójimo, su valentía dentro y fuera del campo de béisbol, lo convirtieron en un ícono de respeto y admiración para esta tierra bendita y siempre libre.
