Aprender, emprender y prosperar, una materia de secundaria que ha llevado a muchos jóvenes del instituto José Dolores Estrada, de la modalidad educación a distancia a emprender en pequeños negocios que desde su exposición comenzó a dar frutos.
Tal es el caso de varios grupos de estudiantes, que bajo este concepto educativo desde el mes de mayo comenzaron a realizar su investigación, para elaborar un proyecto o varios proyectos amigables con el medio ambiente, enfocados en el proceso natural de muchos productos que son de gran beneficio para la ciudadanía.
Para Juan Carlos Dávila, encargado de esta materia expresó que esta es una metodología que es parte de la orientación nacional para que ellos puedan sacar ideas y llevarlos a cabo.
"Mejor dicho aprender, haciendo y que mejor, ellos que pues tienen tiempo para elaborarlo porque son del turno sabatino y hoy estamos viendo los resultados de proyectos muy buenísimos", dijo Dávila.
Uno de los proyectos muy bien elaborados y con muy buena calidad fue un sillas de barril metálico, que ya no tenía vida y ripios de madera, más una buena pintura le dio un toque fino y mucha elegancia, a tal grado que cuando el alcalde municipal vio este trabajo dijo lo venden.
Lee también: Masaya se llena de tradición con el torovenado de Monimbo
Roger Acevedo, alcalde municipal, dijo que este sillón estará en la entrada de las oficinas y que la población podrá sentarse, ya que estará en el área de atención al público y así incentivar a los jóvenes sobre que este tipo de proyecto es bueno para ellos ya que pueden aportar a la economía y están reciclando material que en su momento puede contaminar.
Helen Jarquín, estudiante del quinto año presentó un proyecto de elaboración de artesanía a base de bolsa plásticas, algo bien usado y más tirado a la basura, lo que ellos decidieron a contribuir a un mejor uso de este tipo de plástico, una vez desechado.
Mientras que Nery Aburto de la comunidad de Río Medina, presentó la elaboración de un policial con granos básico que ellos mismo cultivan en su comunidad, hoy decidieron darle otro giro a estas semillas, buscarle un valor agregado y así convertirlo en más rentable.
Más proyectos
Fue una feria expositiva, pero también comercial, donde muchos de estos jóvenes emprendedores vendieron todos su productos, entre ellos la elaboración del vino artesanal de tigüilote, un jardín botánico con maceteras reciclables, la elaboración de mermelada de maracuyá, así como la elaboración de muebles, a través de llantas de vehículos, así como camisetas y gorras con serigrafía hecha a mano.
Para Beatriz Quintana, una de las estudiantes que presentó de los mejores proyectos dijo que el objetivo de ellos es no quedarse ahí con el proyecto sino echarlo a andar en sociedad, con los mismos compañeros de grupos y si es posible hacer ciertas modificaciones y mejorar la calidad del producto y tener un proyecto que sea rentable, para así mejorar sus economías desde el hogar.
