Un organismo de solidaridad radicado en Nicaragua (NSC), destaca que es un país que sobresale por ser agrícola, toda aquella familia que tiene una parcela que es inclusive menos de una manzana de tierra, siembra sus granos básicos.
Un ejemplo vivo de lo que es ser nicaragüense es la familia Urbina, quienes viven en la comunidad Las Escaleras en el departamento de Matagalpa, donde tienen siete hectáreas de tierra llamada Finca Los Pinos.
Bajo el dosel de la madera dura y los pinos, la familia cultiva café, cacao, maíz, frijoles y una variedad muy diversa de verduras, frutas y plantas ornamentales.
Forman parte de la cooperativa Carlos Fonseca Amador, que cuenta con 56 miembros. La cooperativa a su vez es una de las 11 cooperativas que conforman la organización paraguas CECOCAFEN.
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Vender su café a través de Fair Trade (comercio justo) proporciona un ingreso más seguro para la familia que les permite proteger el medio ambiente y tomar medidas para mitigar y adaptarse al cambio climático.
Solidaridad mutua a través del ecoturismo
La familia Urbina recibe visitantes internacionales y les brinda la oportunidad de comprender la vida rural y el comercio justo, así como intercambiar información, ideas y amistad.
Según fuentes del Ministerio Agropecuario, (MAG), para el 2019 se tiene una meta de siembra de unas 300 mil manzanas de maíz, y unas 10 mil manzanas de frijoles en Nicaragua.
Hay que destacar que Nicaragua también siembra trigo, sorgo, arroz; una variedad de hortalizas; café, cacao, ajonjolí, maní, entre otros rubros que se exportan y consumen en el país.
