A más de 190 kilómetros de Managua se encuentra la comunidad El Viejo, Colón, en Cárdenas, Rivas acribillado por elementos de seguridad costarricense el pasado lunes.
Ruíz se desempeñó como agricultor y pescador, ese día decidió prestar sus servicios con su lancha para trasladar un cargamento en el lugar conocido como Villa Hermosa, en Upala, donde llegan ticos a comprar diferentes productos.
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"Ellos (la policía tica) se enfrentaron a ellos disparando. Ellos solo llevaban su machete para trozar algún palo en el camino; armas de donde, ni para cuidar. Yo dije que es una tristeza. Esto va a hacer algo que nunca se me va a olvidar porque es un hombre luchador (…) El pueblo de Colón nos vio nacer, nos vio crecer", manifestó Nohelia Ramos, esposa de Henry.
"Periodismo basura"
"Que le quiten la vida así de esa cobardía, nunca voy a olvidar, pero me da una tristeza que de esa manera hoy, hasta los medios de Costa Rica se están prestando con cosas que no son. Ese periodismo queda en la basura, porque tenemos que presentar algo que es verídico", indicó Ramos.
Esas declaraciones de rechazo son porque los medios costarricenses han asegurado que Henry era un supuesto narcotraficante.
Ese día, la víctima trasladaba una cantidad considerable de productos instantáneos.
La partida física de este oriundo de Cárdenas deja consternación entre sus tres hijos y demás familiares. Jesenia Ruiz Ramos de 22 años, Leyner Ruiz de 19 y Elqui Ruiz de tan solo 12 años son sus hijos.
La madre de Henry invadida por el dolor y la desesperación, pidió justicia. "Fueron ingratos, le quitaron la vida a mi hijo, no hubieran hecho eso", dijo entre lágrimas.
Los policías ticos no les encontraron armas, luego al parecer cambiaron la versión en un intento de confundir los hechos hasta alegar que era una banda de contrabando.
Henry murió desangrado después de recibir varios disparos en las piernas.
Tras este hecho sangriento, Costa Rica detuvo sin justificación a los que acompañaban a Henry; cuatro días después llegaron en una lancha y el pueblo salió a recibirlos.
Los sobrevivientes
"Nos detuvieron, abrieron fuego, ellos decían que nosotros íbamos huyendo y que llevábamos armas y nada que ver", sostuvo Elmer Ruíz.
"Nosotros estábamos a la orilla del paredón, nos alumbraron y nos volaron tiros, sin decir nada", indicó Henry Barahona.
El gobierno de Nicaragua elevó su más energíca condena a través de la cancillería a Costa Rica por el actuar desproporcionado y sin razón.
Los familiares esperan una investigación profunda y que se detenga a los culpables para que paguen por este crimen, al que muchos señalan es sinónimo de xenofobia por el actuar cargado de odio.