Una reunión entre grupos opositores y nicaragüenses en Costa Rica, fue escenario de una confesión masiva de actos delictivos perpetrados durante el intento de golpe de estado en 2018 y sus intenciones de planificar actos violentos para desestabilizar al país y sumergir a Nicaragua en la inestabilidad.
José Vidal Jirón, sujeto procesado de causar terribles delitos contra los habitantes de Carazo, confesó ante los presentes cada una de sus fechorías. Vidal reconoce que todos los tranques fueron para delinquir.
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“La lucha la empezamos nosotros, nos tomamos las calles desde el primer día. Nos vamos a quitar esa idea, los tranques no fue una lucha pacífica ni cívica, porque los tranques se prestaron para muchas cosas, verdad”, dice Vidal.
Paro Nacional o armas para generar más daño
En esa misma intervención el sujeto plantea ante la mesa dos rutas de acción claras para causar más daño a Nicaragua. Un paro nacional o alzarse en armas con lo que equivocadamente creen poder quitar de la presidencia al comandante Daniel Ortega.
“Hay dos opciones, o nos vamos a paro nacional o de verdad buscamos una manera de que nos armen a nosotros y nosotros nos vamos a ir con todo… Con unos 3 mil hombres bien armados nosotros hacemos un desastre”, continúa Vidal.
La reacción de aceptación por el plan no se hizo esperar y todos aplaudieron eufóricos por la opción de armarse y generar más desgracia al país.
Liderazgo cero en la UNAB y Alianza Cívica
Dedazos para participar en la reunión, falta de atención y recursos son parte de las chifletas y tiraderas sin filtro que se descargaron contra los opositores, que pensaban iban a ser recibidos como grandes líderes, pero que al final fue todo lo contrario por tener que absorber reclamos, reproches y hasta trompadas.
Incluso durante buena parte de la tensa reunión se escuchan diversas voces que les gritaban en reclamo: “¡No nos representan!”
El opositor Juan Chamorro, al ser entrevistado por uno de los grupos de violentos, recibió reproches por haber dejado a su suerte a estos auto llamados “exiliados”.
Al cuestionarlo por su actitud y evidente molestia, Chamorro se lava las manos argumentando que fue convocado por representantes de la iglesia católica, queriendo liberarse de cualquier responsabilidad con las exigencias de estas personas.
Cierre de lujo
Y toda la trifulca no termina ahí, sino que ya para casi el cierre de esta reunión los ánimos fueron creciendo al punto que varios de los que llegaron a encarar a la Alianza Cívica se terminaron peleando, con agresiones físicas y verbales que representan la fractura interna que hay con este grupúsculo que solo busca llegar al poder a toda costa, incluso pasando por encima de los que ellos dicen que representan.
