Revelan la verdad tras la masacre en el barrio Carlos Marx

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Heridas físicas y emocionales fue lo que dejó el lamentable incendio en una colchonería de Managua, donde murieron 6 personas calcinadas, entre ellos 2 niños.

Fue el 16 de Junio del año 2018 cuando en horas de la mañana, todo el país de Nicaragua se encontraba consternado debido a un voraz incendio provocado, que terminó con la vida de 4 personas adultas y 2 niños, en el barrio Carlos Marx, al este de Managua.

Lo que en en ese momento no se sabía, era la verdad de ese crimen que enlutó a un país entero, en el contexto de un fallido golpe de Estado.

Es hasta ahora, meses después, que los sobrevivientes de este incendio provocado por grupos criminales, deciden contar la verdad tras el incidente.

La familia afectada se dedicaba a la fabricación de colchones desde su casa, ubicada en el barrio Carlos Marx, a poco metros de la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), la que era considerada como un puesto de mando de grupos delincuenciales que estaban a cargo de los actos terroristas del sector.

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«Cuando comenzaron los tranques, eran filas de tranques en ese barrio, sobre esa pista habían mínimo treinta tranques, la gente del barrio hasta miedo les tenía, porque cuando alguien pasaba los perseguía, y uno tenía que decir que era del barrio, incluso cuando pasaba algún vehículo, ellos lo atacaban, le robaban», expresó a Juventud Presidente, Janeth Velásquez, una de las sobrevivientes de la tragedia.

Se dice que habían «líderes» que se encargaban de orientar los actos de terror en el barrio, entre ellos, y una de las más activas, una joven a quien se le conocía como «La Colochos«.

Según Danilo Velásquez, uno de los tres sobrevivientes al incendio, relata que en un momento ya había recibido la amenaza de morir quemados, pues en una ocasión, los grupos bajo la dirección de «La Colochos«, se encontraban agrediendo y robandole a un transeúnte del barrio, por lo que madre de Danilo, expresó que dejarán al señor, una víctima más, a lo que la líder respondió, «mejor callate que te vamos a quemar la casa». 

Esta amenaza se hizo realidad el 16 de junio por la mañana, cuando la familia escuchaba golpes en los portones de la casa, era cuando los delincuentes estaban ingresando a la casa de habitación.

Según las investigaciones criminalística, los delincuentes abrieron la cortina metálica del portón del lado del garaje, ubicado en el costado sur de la vivienda, lanzaron varias bombas molotov a la parte interna, hacia los dos vehículos que estaban estacionados, donde funcionaba la fábrica de colchones, que guardaba material altamente inflamable.

Según relatan a Juventud Presidente, los sobrevivientes, la familia entera buscó como refugiarse entre llamas y humo que invadía la vivienda, lo cual les impedía la visibilidad para encontrar la salida, aún así, Jhanet logró reconocer que en la planta baja de la casa se encontraban las personas que se mantenían en los tranques, posterior vio los cuerpo de sus familiares calcinados.

Aún en medio del dolor,  hubo quienes manipularon la información para continuar en lo que sería un fallido golpe de estado, avalado por organismo internacionales que se encontraban en el país.

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Los sobrevivientes identificaron a Amilcar Antonio Cortez Báez, Karla Vanessa Matus Méndez, como integrantes del grupo que incendió su vivienda, aunque siguen prófugos, Rolando Leonel Briones Arevalo, Oscar José Giovanny Jaime, David Enrique Bellorín y Shirley Mayerling Pérez Castellón, entre otros.

Esta es una evidencia más de las graves secuelas que dejó el terrorismo, delincuencia y el odio de muchos, al prestarse para los actos del fallido golpe de Estado.

Gracias a la buena acción del Gobierno de Nicaragua, durante este tiempo de dolor en el país, hoy se ha conseguido instaurar la paz, hoy estas familias, víctimas del fallido golpe de Estado, se recuperan de las consecuencias que dejaron los enemigos de la paz.

Recordemos que no pudieron, ni podrán desterrar el amor y la reconciliación de un pueblo trabajador y humilde, creyente en Dios y en un porvenir que traiga felicidad.