La noche del 18 de abril del año 2018 fue el momento que sectores de la derecha opuestos al Gobierno escogieron para darle marcha a un programa estrictamente planificado en tiempo y espacio: el intento de golpe de estado al gobierno constitucional electo por el pueblo de Nicaragua.
Los grupos opositores buscaron momentos para descargar su sed de odio y se aprovecharon de varias situaciones que iban ocurriendo en el país para confundir a una parte del pueblo.
"Esto fue algo preparado, para aquel que piense que fue algo improvisado está mal y todas las redes estaban contaminadas creando noticias falsas, inventando que había masacres, fosas comunes; la gente estaba creyendo por que lo hacían desde las redes sociales", indica el cineasta Marcio Vargas.
Estos grupos desestabilizadores practicaron varios ensayos; iniciaron con la mentira de una banda de secuestradores que estaban establecidos en el país, manipularon las protestas en la mina La India, movieron en redes falsedades sobre el regreso al Lago Xolotlán del "lagarto Juancho", exageraron las marchas que realizaron supuestos grupos ambientalistas por el incendio en la Reserva Indio Maíz, mismos que después quemaron llantas y contaminaron el medio ambiente. Es allí donde encuentran la matriz para inyectar odio y manipular la reforma del sistema de la seguridad social.
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¨Cada una de estas noticias falsas se fueron construyendo piedrita por piedrita, la matriz de opinión a través de la cual ellos logran manipular a la población para que haya un descontento generalizado, poder calentar las calles y posteriormente tratar de hacer el cambio de régimen", explica Cristian Rojas, experto en redes sociales
Iniciaron y financiaron protestas por el INSS y con ella iba el trabajo sucio a través de miles de cuentas falsas que desde antes tenían listas en Facebook y Twitter, y desde allí lanzaron contenido falso, destrozando la mente de algunos pobladores.
Los grupos desestabilizadores durante tres meses atacaron el sentido común y el raciocinio del pueblo nicaragüense, fracturando la economía del país y llevaron luto a nuestra patria. Rápidamente olvidaron las causas por las que en un inicio luchaban y exigían con violencia y muerte, que Daniel Ortega abandonara la presidencia.
Para los expertos los momentos de crisis fue la oportunidad para intentar manipular como títeres a quiénes caían en sus mentiras. Usando un relato informativo que parecía creíble y era compartido en medios de comunicación que tienen un interés político de por medio.
"Hubo una tentativa de golpe de estado con la manipulación de la información y una información de la realidad. Y los medios de comunicación estaban encargándose de que uno estaba viendo lo que estaba ocurriendo y ellos te hacían creer que estaban ocurriendo otras cosas, además se convirtieron en unos moustros de la información", indicó el catedrático de la UNAN-Managua, Miguel Ayerdis.
El mes de abril del 2018 en la mente de los nicaragüenses representa un momento negro, en el que los golpistas inventaron de forma consciente situaciones que les servían para su conveniencia. Se aprovecharon de aquellos que no estaban listos para enfrentar un desborde de información totalmente falso, violento y con fines políticos claros, darle golpe de estado al gobierno de Daniel.
Poco a poco la población que una vez estuvo abrumada fue abriendo los ojos, pues se vinieron creando plataformas que se han encargado de desmentir cada uno de los nuevos intentos de manipulación.
La acción de la derecha golpista marcó un hito en la historia democrática, política y económica de Nicaragua, pues en tres meses intentaron destruir un país en plena expansión. Hoy Nicaragua es un país que no cree en los discursos de la derecha, que no confía en todo lo que se publica en redes sociales y que hoy más que nunca reafirma que la paz es el camino para el desarrollo de todos y todas.