El peor error que se puede cometer es pensar que nuestro niño o niña está lejos de ser víctima de una lacra casi invisible pero dolorosamente real; el abuso sexual.
Tenemos que preparar a los niños para que se protejan de las personas que intenten hacerles daño, y las campañas que se hacen contra el abuso son efectivas cuando los mismos niños son los que realizan las mismas, explica la especialista en psiquiatría, doctora Gioconda Cajina.
"No hay terreno exacto de los acosadores o acosadoras, pero generalmente eligen trabajar en áreas de niños, pueden tener cualquier profesión. Es un psicópata, porque puede decir que es enfermo mental porque a él lo abusaron, sin obviar que los seres humanos podemos tener una personalidad propensa a cometer abusos. Un abusador es una persona con un trastorno de personalidad, y en eso no podemos nosotros andar disculpando ni minimizando, tiene que ser tratado y advertida la población de que esa persona no es confiable. El abusador puede tener una personalidad con desviación sexual", explicó Cajina.
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El tema de la educación sexual en edades tempranas puede resultar incómodo y es un desafío.
"Pero el problema está en que los padres dicen que es muy temprana la edad para enseñarle el tema de la sexualidad, por eso los niños mencionan con otros nombres cada miembro de su cuerpo, más las intimidades, pero aquí nosotros le ayudamos y le decimos cómo se llama cada parte de su cuerpo, cómo se debe de cuidar, porque el abuso es un peligro que está latente en nuestra sociedad", explico la docente Violeta Marenco, en Managua.
"Los padres somos los primeros que tenemos que respetar el cuerpo de nuestros hijos, hasta la manera de bañarlos, la manera de cambiarlos, las partes íntimas del cuerpo no se tocan: la vulva, el pene, los testículos, las nalguitas, eso no se toca; tenemos que hablar de las partes sexuales con su nombre, no con otro nombre, porque el pene es como decir la oreja, el ojo, es otra parte de cuerpo", argumentó la doctora Cajina.
"Siempre le estamos impartiendo charlas de valores, tenemos información suministrada por el Gobierno para que los niños tomen conciencia de acuerdo a su edad. Debe de haber una comunicación, el tema de la sexualidad debe de abordarse de una manera natural, la información es mejor si el padre o la madre la imparte", señaló la docente Karla Marina Ríos, del colegio Parroquial San Francisco Xavier.
"Este es un asunto que tiene que ser tratado desde el hogar, cuando el niño o niña hable de que tiene miedo, hay que escucharlo o notar algún síntoma, por ejemplo una criaturita que mucho se está rascando su parte, que tiene rojita sus partes, o que tiene secreción. Hay cantidad de señas para prevenir el abuso, nosotros tenemos que verla, el miedo que nos da verlas es lo que hace el asunto vaya prosperando, hay que ser mal pensado y no dormirse", afirma la doctora Cajina.
"Con todas las orientaciones del Ministerio de Educación nosotros los maestros tenemos que ganar la confianza y cercanía con los niños", cuenta María Isabel Rivas, docente del colegio Parroquial Francisco Xavier.
"Nunca dejen solo al niño, a la niña, jamás, igual varoncitos y mujercitas son abusados. Los abusadores buscan la manera de llegar a sus víctimas, regalando cosas, invitándolos a comer, el abusador no solo hace daño al cuerpo, también al alma de la persona, el que crece con sentimiento de culpa. La criatura tiene daño moral, daño psicológico, daño a la existencia misma por el trauma", afirma la especialista en psiquiatría.
"Los niños deben de conocer de la realidad del mundo y sus riesgos, decirle a las criaturas desde que tengan 3 años de edad, que cualquier cosa que les hagan tienen que decirles. Les aconsejo que no los golpeen a los niños, no los fajeen, no les peguen, porque esos niños les tendrán miedo. Los niños golpeados no hablan, porque están reprimidos y se corre el riesgo que ellos no respondan en defensa de sus derechos y pueden permitir el abuso. Entre más castigado sea el niño en la casa, el abusador puede halagarlos y podemos perder a los niños", dijo la especialista.
"Las edades de los abusos en su mayoría son en menos de 9 años, pero eso depende de las preferencias de los abusadores, y la edad más peligrosa para el abuso son los 5 años, porque la curiosidad sexual es muy fuerte, pero es curiosidad científica por eso hay que explicarles a los niños", concluyó la doctora Cajina.
