En el acto con que finalizó la caminata por la paz y en conmemoración a la canonización de Monseñor Arnulfo Romero, o San Romero, se manifestó el ejemplo que significa la labor de este hombre que será santo tanto para El Salvador, como para Nicaragua y el resto del mundo.
Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, comenzó su alocución indicando que nuevamente estaban reunidas las familias nicaragüenses pidiendo por paz pero también "celebrando la vida y el legado de Oscar Romero, santo de los pueblos, santo de la lucha de los pueblos".
Dijo que Romero es un "santo que hoy nos acompaña por el triunfo de la paz y del amor, por el triunfo de la justicia", agregando que esto genera alegría por celebrar la vida, o el testimonio de vida de San Romero, quien "ha resucitado y resucita cada día en el corazón combativo de los pueblos".
"Porque aquí no se rinde nadie. Porque la victoria es nuestra, de los que caminamos buscando el reino de Dios aquí en la Tierra, buscando cómo erradicar la pobreza, buscando cómo entre todos asegurar trabajo y paz, para prosperar, para vivir bien", aseguró Murillo.
Murillo envió un abrazo fraternal a todo el pueblo salvadoreño, a quien describió como un "país pequeño pero grande de alma". A la vez mencionó que llevaban años esperando que se decretará una santidad a Romero, por el ejemplo de vida y su unión con el pueblo. "Dio la vida reclamando justicia para su pueblo", acotó.
Agradecimiento de El Salvador
Luego el embajador de El Salvador en Nicaragua, Carlos Antonio Asensio Jirón, leyó un comunicado de parte del gobierno de ese país centroamericano donde envía igualmente un saludo fraternal al Gobierno y pueblo nicaragüense.
Asensio dijo que el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén se encuentra en Roma para el proceso de canonización de Monseñor Romero.
"Traigo para ustedes nuestro saludo fraterno y nuestro profundo agradecimiento por celebrar la canonización de Monseñor Romero en esta hermosa marcha por la paz del pueblo nicaragüense", comentó el embajador.
En el resto de su participación, dio a conocer la obra de Romero para con el pueblo salvadoreño, contextualizando la perspectiva histórica que se deriva de su muerte, con un sector de la derecha oligárquica que apoyaba a la dictadura de entonces, la cual infundía muerte, zozobra y pavor a la clase trabajadora, cometiendo de manera sistemática violaciones a los derechos humanos.
También dijo que Monseñor Romero era un ferviente opositor de la injerencia extranjera, la que perpetúa la opresión de los pueblos. Esa injerencia trae violencia, injusticia y niega la paz para los pueblos, explicó Jirón.
Así mismo dijo que Romero envió una carta a EEUU pidiendo que dejaran de enviar armas para apoyar la guerra en El Salvador.
Asensio indicó también que aunque su país ha avanzado en muchos temas desde entonces, todavía les queda pendientes avanzar en la temática de la reconciliación.
"Monseñor Romero está más vivo que nunca, hoy santo trasciende fronteras, es la figura más universal, es un ejemplo de vida que refuerza la fe católica. Es amado por el pueblo salvadoreño y sigue siendo incómodo, polémico y odiado por la derecha oligárquica… San Romero es de todos", apuntó.
Daniel Ortega reconoce legado de Monseñor Romero
El presidente de Nicaragua comenzó su alocución que en esa gran caminata por Managua también está el Bismark Martínez, quien fue secuestrado por los golpistas en el país.
"Y aquí estamos desde Nicaragua diciéndole a Monseñor que sus palabras, que sus principios, que sus ideales los compartimos los nicaragüenses y seguimos luchando por esos principios aquí en Nicaragua", exclamó Daniel Ortega,
"Nos alegramos y compartimos el orgullo del pueblo salvadoreño, que ya está conmemorando esa santificación… nuestro cariño, el cariño del pueblo de Nicaragua, el cariño al pueblo salvadoreño", agregó.
Continuó luego recordando la historia de la muerte de Monseñor Romero, quien fue asesinado el 24 de marzo de 1980. "Lo asesinaron los derechistas, los oligarcas, los pro imperialistas, los asesinos que fueron entrenados por los yankees, armados por los yankees, para asesinar al pueblo salvadoreño y para asesinar a religiosos, dirigentes espirituales como Monseñor Romero", afirmó Ortega.
Así mismo el presidente de Nicaragua dijo que en este país para el 1978 también hubo asesinatos perpetrados por somocistas contra padres que también se pronunciaban contra la dictadura. Mencionó los casos del padre Franciso Luis Espinoza y del padre Gaspar García Laviana.
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Daniel rescató una frase muy importante de Monseñor Romero: "Es inconcebible que se diga alguien cristiano y no tome como Cristo una opción preferencial por los pobres", unas palabras que tratan sobre combatir el egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para ayudar a los demás, apoyar a las minorías.
Romero dijo unas semanas antes de ser asesinado que si lo mataban resucitaría en el pueblo salvadoreño, lo cual ha ocurrido con este pueblo y el resto de pueblos de Centroamérica, señaló Daniel.
Ortega habló también sobre Octubre Victorioso y cómo esto es una victoria espiritual, moral para el pueblo salvadoreño y de Centroamérica. "Hemos estado recorriendo estos caminos en la lucha por la justicia y por la paz. Y lo hicimos en septiembre victorioso, lo estamos haciendo ahora también en el Octubre Victorioso", afirmó.
Daniel finalizó sus palabras mencionando que recientemente se celebró el Día de la Biblia, la cual describe cómo "el arma más poderosa para la paz, para el amor. La Biblia la tiene el católico, la tiene el sacerdote, la tiene el pastor. La Biblia es una arma poderosa, el arma más poderosa que ha existido en nuestro planeta".
"Nos inspira y nos compromete en la lucha por la paz, porque eso es lo que vino predicar Cristo a la tierra. No vino a promover la violencia, la guerra, no vino a someterse o alabar a los imperios de la época, vino a traer un mensaje de paz, y aquí estamos hermanos y hermanas nicaragüenses, comprometidos en esta lucha por la paz, aunque siempre estarán al otro lado los que odian la paz. Los que no quieren la paz, los que viven arrodillados frente al yankee, mendigándole para que le de más financiamiento para hacer el mal aquí en Nicaragua", indicó Daniel.
"¡Qué viva el beato y santo de El Salvador, qué viva el pueblo salvadoreño y que viva Nicaragua bendita y siempre libre!", señaló Ortega en el fin del acto.