Managua se convierte en la capital ecuménica de América, con la presencia de religiosos y líderes sociales que se reúnen para pedir por la paz en Nicaragua.
Este jueves fue inaugurado el Coloquio Ecuménico denominado "Nicaragua, Tierra digna de Reconciliación y de Paz", que congrega a representantes de Argentina, Bolivia, Costa Rica, Chile, Cuba, El Salvador, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
“En nombre de nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, y con fraterno abrazo del Compañero Presidente Daniel Ortega Saavedra y la Compañera Vicepresidenta Rosario Murillo, saludamos de la manera más cordial a ustedes participantes en este coloquio ecuménico”, dijo el canciller Denis Moncada.
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Representantes de distintas denominaciones cristianas del continente se encuentran en el país porque tienen mucho que decir sobre las violentas acciones golpistas que ha sufrido el pueblo y gobierno de Nicaragua, que poco a poco retorna a la paz.
“La paz en Nicaragua, la paz en la región, la paz en el mundo y nada mejor que al hablar de la paz, ver el pensamiento que vamos a encontrar hoy de varios países”, valoró el Padre Antonio Castro, párroco de la Iglesia La Merced en Managua, al realizar la invocación al Altísimo.
“Los ojos del mundo están en Nicaragua, las iglesias cristianas siguen con interés la coyuntura política y eclesial del país, como lo fue en la gesta revolucionaria de 1979, cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional logró un heroico triunfo sobre la Guardia Nacional de Anastasio Somoza”, expresó el teólogo chileno, hermano Jaime Escobar.
Pero los participantes también tienen un deseo ardiente de orar por el restablecimiento de la tranquilidad y seguridad. En este sentido, condenaron el uso de templos para acciones terroristas y la participación de religiosos.
“Fueron cómplices de esas torturas, de esos asesinatos, de personas que simplemente por el hecho de ser sandinistas fueron secuestrados, maltratados, asesinados y quemados vivos en un acto que parecía más bien un acto satánico”, destacó Rafael Valdez, miembro de la Comunidad Eclesial de Base San Pablo Apóstol.
La actividad es dedicada al Canciller de la Paz y Reconciliación, Miguel D’Escotto Brockmann, quien presidió la Asamblea General de las Naciones Unidas.