El Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA) realizó el foro nacional sobre el control de las sustancias que agotan la capa de ozono y su contribución a la protección de la salud humana y el ambiente.
En el foro participan docentes y estudiantes de refrigeración del Tecnológico Nacional, quienes recordaron que el 19 de diciembre de 1994 la Asamblea General de las Naciones Unidas, ONU, emitió la resolución 49114 que declara el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono en conmemoración a la firma del protocolo de Montreal.
El protocolo de Montreal exige eliminar el uso de CFC cloroflourocarbono; Nicaragua desde 2010, no utiliza refrigerante de este tipo.
Los participantes discutieron temas como: evitar el agotamiento de la capa de ozono que es una franja de gas que protege la tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo así a preservar la vida en el planeta.
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La capa de ozono se encuentra localizada entre 15 y 50 km de la superficie terrestre. Está conformada por la concentración de un gas inestable llamado ozono y su misión fundamental es proteger toda forma de vida el actuar como un escudo protector solar que limita el paso a las radiaciones ultravioletas.
El esfuerzo internacional ha permitido la eliminación y reducción del uso de sustancias que agotan la capa de ozono, ayudando no solo a protegerla para la generación actual y las venideras, sino también a mejorar los resultados de las iniciativas dirigidas a afrontar el cambio climático que estos esfuerzos han protegido, así mismo la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra.
El problema generado por el uso de los CFC es que luego se ponen en contacto con los rayos ultravioletas y producen cloro, el cual reacciona con el ozono. Aunque estas emisiones de CFC han cesado en gran medida con el tiempo, el cloro desprendido de la molécula de CFC tiene un tiempo de vida entre 20 y 100 años por lo que el proceso de destrucción de la capa continúa por largo tiempo.
La disminución de la capa de ozono ocasiona lluvias ácidas en intensificación de smog, prejuicios en el rendimiento agrícola, destrucción de la vida marina, incremento de enfermedades como el cáncer de piel, las cataratas y debilitamiento del sistema inmunológico.