Un nuevo informe presentó la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz sobre la situación de Nicaragua y que comprende del 18 de abril al 15 de agosto del 2018. En el mismo se detalla que durante ese periodo perdieron la vida 268 personas por diversas causas, pero por la situación sociopolítica solamente murieron 155 personas.
Según la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz con este informe se deja en evidencia que esos organismos de derechos humanos como CIDH, CENIDH, CPDH y ANPDH están manipulando la lista de fallecidos, ocipando falsa información que presentan ante la ciudadanía, con el objetivo de sacar provecho económico para que se les financie su trabajo.
"Del 18 de abril hasta el 15 de agosto se contabilizan 269 víctimas mortales en todos estos sucesos y hemos podido identificar que coinciden con nuestras listas de 155 fallecidos y tenemos 10 nombres de víctimas que han sido duplicados. Lo que hemos podido constatar que de esas 34 víctimas hay 9 víctimas que fueron causadas por robo por intimidación muertas por el auto, hay víctimas establecidas por enfrentamientos entre pandillas, grupos que han tenido algunas protestas, víctimas de homicidios por riñas que ocurren por diferencias personales, muertes accidentales, un homicidio imprudente que se refiere a un niños que movió una palanca de un camión pesado donde murió su papá, un disparo accidental, víctimas que fueron fallecidas por accidentes de transito; tenemos tres, una de ellas de un conductor que chocó contra un Árbol de la Vida", explicó López en su informe brindado a los periodistas.
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López siguió detallando las causas de muertes de las demás victimas y menciono que hay "dos victimas con problemas de propiedad, un acto de odio que ocurrió en Río San Juan, una víctima que no está muerta y que está lesionada, una víctima de fallecimiento por un infarto en las inmediaciones de la UPOLI, y un suicidio que se dio en Santa Teresa, Carazo", detalló López.
Insistió que durante el 18 de abril hasta el 15 de agosto del 2018, solamente se reportan 155 víctimas a causa de la situación sociopolítica, por lo que pidió a esos organismos de derechos humanos a ser responsables con las cifras que brindan.
Esta comisión lamenta el fallecimiento de estos nicaragüenses, sean cuales sean las causas y proveniencia de los asesinados.
El sacerdote Uriel Molina, dijo que esta Comisión de la Verdad expresa su más sentido pésame por los familiares de las víctimas.
El jurista Cairo Amador, mencionó que dicha comisión se encargó de investigar cada uno de los hechos ocurridos en el país y se ha tomado en cuenta al sector público y privado para las indagaciones.
Jaime López, miembro de la comisión, explicó que esa información fue ampliamiente constatada y también mencionó que las personas que cometieron esos crímenes ya se están judicializando.
Mencionó que en esos informes "se ponen a los muertos sin dar la identidad de las personas y que no tienen nada que ver con el conflicto", expresó López, quien instó a esos organismos a ser veraces con la información que se publica.
"Las mentiras son repetitivas, las denuncias se deben de investigar. Esta comisión fue creada para esclarecer de lo sucedido. La verdad no le gusta a mucha gente, no se debe de dañar a las familias dolientes y a la buena andanza del país, allí están los números de las cifras recogidas. Creemos que el pueblo de Nicaragua se merece saber la verdad", expresó por su parte el doctor Adolfo Jarquín Ortel.
Cairo Amador dijo que se ha invitado a esos organismos de derechos humanos a cotejar las cifras de las víctimas, pero no han querido reunirse, por lo que le pidió al cardenal Leopoldo Brenes a organizar un encuentro para ver cada una de las cifras de personas muertas.
Esta comisión reporta que en Managua es donde hay más víctimas por la situación sociopolítica que vivió el país.
La Comisión está integrada por el sacerdote franciscano Uriel Molina Oliú; la líder miskita Mirna Cunningham; el vicerector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN Managua), Jaime López Lowery; el sub procurador de derechos humanos, Adolfo Jarquín Ortel; y el académico e intelectual Cairo Amador.
