Despiden y humillan a camarógrafo de Canal 10 solo por ser sandinista

Una instantánea fue más que suficiente para que la directiva de Canal 10, prescindiera de los servicios de Víctor Sánchez Cajina, por simpatizar con el Gobierno.

Víctor se desempeñaba como camarógrafo del canal de TV que forma parte del Grupo RATENSA. De acuerdo con algunas fuentes fidedignas que han preferido mantenerse en anonimato, el despido era “nada más un chisme de pasillo”, pero nunca pensaron que sucedería.

El pasado fin de semana, hubo una actividad promovida por el Gobierno, donde un centenar de nicaragüenses condenaron los ataques terroristas ocurridos en las últimas dos semanas de abril hasta la fecha por grupos paramilitares que buscaban desestabilizar el país, Victor participó con su esposa y compartió una fotografía, sin pensar que ese sería motivo de despido.

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Sánchez Cajina fue llamado a la oficina de Recursos Humanos, donde se le entregó una carta donde le aplican el artículo No. 45 del Código del Trabajo, carta que ya fue viralizada en diferentes plataformas digitales.

“Por este medio le informamos, que: A partir de hoy, 24 de julio, hemos decidido prescindir de sus servicios, del cargo que desempeñaba como 'Camarógrafo de estudio y exterior'". 
En la carta también explican que cumplirán con lo que dicta el código del trabajo que está publicado en la página web de la Asamblea Nacional. 

Gritos y humillaciones

“Me querían enviar a mi junto a otros compañeros suspendidos por tres meses sin goce de salario. Ninguno habló ni dijo nada, pero yo por supuesto estaba en desacuerdo y se los hice saber. Llegué hoy normal, no me dieron asignaciones y a eso de las 10:00AM me pidieron presentarme a Recursos Humanos para firmar mi carta de despido”, nos cuenta Victor vía telefónica indignado.

“De todos los reportajes que han sacado en otros medios de comunicación en los que hacen acusaciones directas al 10, ellos me hacen responsable y aseguran que yo paso información y no es así, tengo un año de trabajar aquí”, destacó.

Pero eso no fue todo, al salir de las oficinas administrativas, compañeros gritaron a Víctor “infiltrado”, “sapo”, “fuera de aquí”, incluso estuvieron a punto de llamar a la seguridad que resguarda el medio de comunicación.

“Nunca me esperé eso, él molestaba con todo mundo. Se supone que aquí hay libertad de expresión”, dice nuestra fuente que prefiere no revelar su nombre para no correr peligro. 

La carta de despido ya está en redes sociales, la indignación de colegas y compañeros no se ha hecho esperar, muchos de ellos mostraron su solidaridad a través de mensajes, en los que repudian esta acción.