El Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres, SINAPRED, explicó que la situación de violencia que se vive en Nicaragua ha afectado la capacidad de respuesta ante emergencias.
Ante la llegada del invierno, Nicaragua se muestra más vulnerable ante emergencias por desastres naturales producto de los hechos de violencia y daños a la propiedad pública y privada, lo que podría incidir en mayores daños humanos ante alguna emergencia.
“Ya sea afectaciones directas y también que se puedan expresar en un incremento de la mortalidad ante situaciones de emergencia”, dijo el ministro director del SINAPRED, Dr. Guillermo González.
Y es que la respuesta de las autoridades y la población organizada se vería entorpecida por la destrucción de instituciones, calles y servicios públicos, así como el temor que existe por la delincuencia y los hechos de violencia.
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“Lo que está incidiendo en que las poblaciones se encuentren muy frágiles para poner en práctica sus planes familiares, los planes comunitarios, lo cual puede ser altamente peligroso para muchos sectores en nuestra población”, explicó el funcionario.
Hasta la fecha el SINAPRED contabiliza 57 delegaciones de gobierno destruidas, en las que además se ha perdido valiosa información y sistemas de comunicación para actuar ante emergencias.
“Que es la que permite organizar la respuesta de manera oportuna hacia sectores que puedan verse afectados por cualquiera de las amenazas a las cuales estamos expuestos aquí en Nicaragua”, detalló.
200 vehículos, incluidas ambulancias, equipo de trabajo y camiones de bomberos, han sido dañadas por efectos de la violencia. Por ello existe temor de ingreso de servicios municipales en zonas altamente peligrosas que podrían convertirse en foco de enfermedades.
“316 barrios de 17 comunidades, 24 empresas en 31 municipios y 13 departamentos acumulan toneladas de basura, que está propiciando el crecimiento de vectores”, agregó.
Debido a la situación de violencia ha bajado la producción de bienes materiales utilizados en situaciones de emergencia y los bomberos solo han podido atender 34 de 67 incendios registrados en este periodo.
“Toda esta situación en el fondo atenta contra el derecho ciudadano establecido en nuestra constitución, el derecho a la vida, el derecho a la protección que merece todo nicaragüense frente a cualquier situación de crisis, frente a cualquier emergencia”, puntualizó.
Esta institución llama a que retorne la paz, que se preserve el derecho a la vida y que así el país recupere las capacidades que se han reducido frente a la crisis.