Despiden al Cardenal Miguel Obando y Bravo con admiración por legado de paz

En la Catedral de Managua se ofició este lunes una misa por el descanso eterno del Cardenal Miguel Obando y Bravo, quien en vida pregonó la paz, el amor y la unidad entre los nicaragüenses. 

Los feligreses que asistieron a la eucaristía, destacaron el inmenso legado de Unidad y Reconciliación de Su Eminencia Reverendísima, quien deja en los nicaragüenses una herencia cultural de amor y unión. 

"Pienso que fue un gran luchador por la paz de Nicaragua, creo que el pueblo de Nicaragua le aprecia, le estima el esfuerzo que hizo por este pueblo, Nicaragua quiere la paz del ser humano", refirió Carlos Estrada.  

"Es algo muy bueno lo que el cardenal dejó, fue una persona humilde, sencilla, y cuando uno pedía ayuda espiritual él nunca nos abandonó, siempre estuvo con nosotros", expresó María Arana.  

"Él siempre fue amante de la paz, humilde, donde uno lo buscaba ahí lo encontraba, se siente su partida, deja un gran vacío, porque fue una buena persona. Fue el primer Cardenal de Nicaragua y fue un gran orgullo de Nicaragua", mantuvo María Barahona. 

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Por el lamentable y sentido fallecimiento de este alto jerarca católico, el Gobierno de Nicaragua decretó tres días de luto nacional, reconociendo que es uno de “los más grandes promotores y exponentes de la reconciliación y la paz”.

"Recordarlo mucho como guía espiritual, como pastor de la iglesia, como encargado de la formación, pues se le delegó la vida consagrada para la formación, mucho recuerdo para él ", dijo Sor Zelidey.

"La grandeza del Cardenal, es porque fue una persona que siempre se interesó por la paz de Nicaragua, siempre se preocupó por el bienestar del pueblo, prácticamente formó parte del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, ahí se unió más la ayuda para el pueblo, porque el Presidente Daniel Ortega hizo los proyectos de interés social para acabar con la pobreza, desgraciadamente este triste ver cómo el pueblo no reconoce todas las obras de bien", sostuvo María Rizo.

"Me siento triste, porque fue un Monseñor con carácter fuerte, supo enfrentar muchos retos de la iglesia y de nuestro país, fue un gran hombre que respeto y admiro. Él fue un hombre que supo dialogar, ya traía ese carisma en su persona, ya como delegado del Señor para estas cosas que suceden en el mundo, yo hubiera deseado que hubiese estado más años con nosotros", mantuvo Violeta Hernández.  

A nivel nacional y a través del decreto presidencial, se ordenó “que todas las banderas permanezcan a media asta durante tres días". 

Obando y Bravo fue declarado “Prócer de la Paz y la Reconciliación” de Nicaragua por la Asamblea Nacional en el 2016.

El cardenal emérito nicaragüense fue también presidente la Comisión de Verificación, Reconciliación, Paz y Justicia del Gobierno sandinista y se condecoró hace seis años por el Presidente de la República, Daniel Ortega, con la orden de la independencia cultural Rubén Darío.