La homilía pronunciada por el cardenal Leopoldo Brenes no estuvo ajena a los últimos acontecimientos que desde hace un mes mantienen en vilo a la población nicaragüense.
Su eminencia se refirió al tema del diálogo que es visto como una esperanza para salir de la crisis. Declaró que más allá de la mesa de diálogo en el seminario de Fátima, que en estos momentos está en Stand-By, debemos dialogar con nuestras familias, en nuestro hogar, con nuestros vecinos porque solamente a través del diálogo permanente se logra alcanzar la paz.
El cardenal además abogó para que los corazones no se llenen de odio y en cambio pidió que la Gracia del perdón se apodere de todos nosotros.
“Ese deseo de Jesús, ese mandato del Perdón quede grabado en todos los nicaragüenses después de estas luchas fratricidas. En esas confrontaciones que hoy tenemos nosotros los nicaragüenses puede quedar esa herida en nuestras mentes y corazones: el odio. Les digo con toda sinceridad que a mí me duele, ya lo he vivido en los años 79 y 80, una sociedad dividida y en muchos de los hermanos ahí (está plantado) el germen del odio. Que desde la cruz -esta iglesia que vive intensamente- podamos nosotros también no dejar que nuestros corazones irradien el odio y el rencor. Esta acción humana… difícil, pedirla como una acción Divina, porque en el corazón de Jesús él perdona”, exhortó al Cardenal durante su homilía celebrada en la Catedral de Managua.
Brenes abogó para que al altísimo se pida la gracia del perdón: “Nosotros los nicaragüenses tenemos que pedir esa gracia, pedir ese don al señor de poder tener la gracia, de poder perdonar…será difícil, sin embargo, mirando la cruz, mirando al crucificado Él seguro nos va a conceder esa gracia”.
Por ser omnipresente, el Cardenal recordó que “Dios no es el Dios lejano, es el Dios permanente, cercano. ¿Dónde está Dios? Podían preguntarse muchos en estos momentos, pero aquí está Dios, sufriendo con este pueblo, acompañando a este pueblo en silencio…sembrando paz, amor en nuestro corazones”.
Los nicaragüenses estamos viviendo un tiempo convulso y por ello el representante de la Iglesia Católica enfatizó que cada uno de nosotros es responsable para alcanzar la paz:
“¿Qué tengo que hacer YO -no el otro- que tengo que hacer YO para construir esta paz en Nicaragua?. No le echemos la culpa al otro, soy YO. ¿Qué estoy aportando? ¿Qué voy a dar yo?, exhortó Brenes para que nos autoanalicemos y busquemos con nuestras acciones aportar un grano de arena para alcanzar la paz.
Sobre los hechos violentos que se están registrando día a día su eminencia declaró que “las protestas, demandas, las manifestaciones tienen que hacerse de una forma pacífica y en esto yo pediría aquellas personas que no están de acuerdo con el desarrollo de la manifestación que se está dando, debemos ser respetuosos, no quieras para los demás lo que no quieras para ti. Seamos respetuosos los unos de los otros sea de la condición que sea”.
