El vicario judicial de la Arquidiócesis de Managua, Padre Julio Arana, reiteró el llamado a la paz, diálogo y oración para restablecer la tranquilidad en Nicaragua.
“La primera que quiere la paz es la iglesia”, con estas palabras de San Juan Pablo Segundo el religioso resaltó que los católicos del país quieren que en Nicaragua predomine nuevamente la tranquilidad y calma.
“Esta es una palabra que la tenemos ahí y para ser constructores de la paz hay que pedirle al Señor que nos haga a nosotros ser su instrumento y ser también como nosotros estamos pidiendo para los obispos el que ellos sean mediadores y testigos, porque el testigo es el que da a conocer al Señor en su vida. ¿Cómo lo vamos a hacer, cómo lo vamos a dar a conocer cada uno de nosotros? A través de las buenas obras, de lo que nosotros hagamos”, dijo.
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En este sentido, el sacerdote hizo el llamado a la no violencia al momento de que se realicen manifestaciones.
“No digamos de un bando ni de otro bando porque aquí somos hermanos, entonces como hermanos uno puede tener una diferencia entre uno y otro. Somos hermanos y como en una familia hay problemas y dificultades y se busca la solución a través de la conversación del diálogo, entonces una cuestión es que todos los actores tengan voluntad para encontrar solución al problema, no enfrentarnos los unos con los otros. Hay algo que es muy importante, el respecto a la dignidad de la persona, si piensa diferente no tengo que descalificar a nadie”, aclaró.
Respecto al diálogo nacional convocado con el Gobierno con diversos sectores, el sacerdote destacó que es importante que el pueblo nicaragüense se mantenga en oración para pedir la luz del Espíritu Santo en esta iniciativa convocada para restablecer la paz en Nicaragua.
“Todas estas manifestaciones han llegado a una cuestión que se ha pedido que es el diálogo, el señor Cardenal el día jueves, hace ya casi 15 días daba un mensaje. Él decía que el camino para la solución de los conflictos es el diálogo. Entonces, ellos nos han pedido a nosotros los sacerdotes y a todas las personas de buena voluntad, pedir la luz del Espíritu Santo para que sea el Divino Espíritu que guíe a todas las personas que vayan a sentarse a dialogar porque cada quien puede tener una manera distinta de pensar, de ver las cosas, pero lo importante es buscar la solución”, puntualizó.