Su eminencia reverendísima cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, se sumó al agradecimiento a Dios, creador del cielo y de la tierra, por mandar la lluvia de forma oportuna en la zona de Indio Maíz, permitiendo apagar el fuego que amenazaba con devorar ese sitio.
«Es una lástima que se haya quemado esa parte de la reserva de Indio Maíz, es importante que las autoridades investiguen las causas de ese incendio que afectó la naturaleza», dijo el prelado católico.
El obispo de Managua, también dijo que hay que proteger ese pulmón que no sólo beneficia a Centroamérica, sino a otros lugares.
«Este es un pulmón de muchos países y debemos protegerlo y es una lástima que estemos destruyendo nuestra naturaleza.
El purpurado católico reconoció la labor de las autoridades de gobierno, del Ejército de Nicaragua y de la población, por ese esfuerzo en apagar el fuego.
«El jefe del ejército me indicaba que estaba la amenaza, pero gracias a Dios que se apagó el fuego, yo me comuniqué con muchos sacerdotes para que desde las capillas se rezara para que se extinguieron el incendio», dijo el cardenal Leopoldo Brenes.
En el trabajo de extinción de ese incendio laboraron por una semana, más de 1600 personas entre militares miembros de la Unidad Humanitaria de Rescate UHR, y civiles comunitarios que con palas, rastrillo, machetes y bombas de agua apagaron el fuego.
Las declaraciones del cardenal Leopoldo Brenes, las brindó después de ordenar a un sacerdote franciscano en la Iglesia de Fátima de la Centroamérica en Managua Nicaragua.
