En fotos: Nicaragua vivió con mucha devoción la Semana Santa

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Cientos de católicos nicaragüenses castigaron el Jueves Santo a un grupo de hombres que personificaban al apóstol Judas Iscariote durante "Los encadenados", una festividad que se celebra desde hace más de un siglo en el municipio de Masatepe, en el suroeste del país.

Al menos 800 "verdugos", que se les distingue por utilizar gorros hechos de papel de colores amarillo, blanco, azul, rojo o verdes, utilizan cadenas de regular tamaño y grosor para realizar el castigo, mientras que "Judas" usa vestimenta gruesa para no ser lastimado cuando cae al suelo, mientras es halado con las cadenas atadas a su cintura.

Como parte de la transición algunas familias reparten chicha, una bebida a base de maíz, a todos los participantes de "Los Encadenados".

 

El Viernes Santo más de una veintena de "alfombras pasionarias", hechas con hojas, serrín, sal y maíz, fueron elaboradas en León para retratar pasajes bíblicos importantes.

Cientos de católicos iniciaron desde tempranas horas del Viernes Santo a confeccionar las extensas alfombras en las que dibujaron los rostros de Jesucristo, la Virgen María, palomas de la paz, cruces cristianas y cálices, entre otros símbolos.

Más de un kilómetro de unas 20 "alfombras pasionarias" adornaron el barrio indígena de Sutiaba, ubicado en la ciudad colonial de León, 92 kilómetros al noroeste de Managua.

Las alfombras no solamente tienen valor estético, pues también sirven de camino a la procesión que simboliza el entierro de Jesucristo el Viernes Santo. 

La comunidad católica de la ciudad colonial el mismo viernes también celebró el viacrucis más antiguo del país, practicado desde hace 375 años. La multitudinaria procesión finalizó en la iglesia San Francisco de la ciudad colonial.

La imagen de Jesucristo cargando la cruz en sus últimas horas de vida transitó algunas de las principales calles de León, con números que indicaron la fecha de su primer recorrido en Nicaragua, en el año 1643.

A pesar de que la temperatura en dicha ciudad se acercó a los 40 grados Celsius, los fieles católicos, en su mayoría adultos, permanecieron alrededor de la imagen en un recorrido de varios kilómetros.

Managua no se quedó atrás pues desde tempranas horas de la mañana los fieles católicos de todas las edades se aglomeraron en la Carretera a Masaya para participar en la procesión del viacrucis de penitencia encabezado por el cardenal Leopoldo Brenes.

Algunas personas aprovecharon para pagar promesas por milagros solicitados a las imágenes de 'la Sangre de Cristo' y de la 'Virgen Dolores', que encabezaron la marcha.

Las promesas fueron pagadas con caminatas sin zapato sobre el asfalto, que estaba caliente por el sol, o bien andando con los ojos tapados, mientras que otros lo hacían vistiendo de ángeles o de Jesús a sus hijos.

El viacrucis, que recorrió unos dos kilómetros, tuvo como destino la Catedral Metropolitana de Managua, ubicada en el centro actual de la capital nicaragüense.

La manifestación religiosa gozó de una fuerte presencia de agentes de la Policía Nacional para garantizar la seguridad de los peregrinos.

Escenas como la de Managua se repitieron en cada uno de los 153 municipios de Nicaragua, un país de mayoría católica ya que un 58,5 % de sus 6,3 millones de habitantes profesan dicha religión, según datos oficiales.