Una delegación del Gobierno de Nicaragua visitó la Embajada de Rusia para firmar el libro de condolencias por el mortal incendio en un centro comercial en Kémerovo, Siberia, Rusia en el que murieron 64 personas, en su mayoría niños que disfrutaban del inicio de sus vacaciones escolares.
El embajador de Rusia en Nicaragua Andrei Budaev agradeció las muestras de solidaridad del gobierno nicaragüense. A su vez indicó que el gobierno de su país está buscando a los responsables de la tragedia y que el presidente Vladimir Putín ha enfatizado en castigarlos para que un suceso similar no vuelva a suceder.
Explicó que el incendio inició en el cuarto y último piso del centro comercial en donde estaban los niños disfrutando de juegos y películas. Sus padres estaban en otros establecimientos del centro comercial y por ello a la hora del incendio los niños estaban solos.
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La delegación nicaragüense ha sido integrada por Laureano Ortega, asesor y promotor de la Agencia de Promoción de Inversiones de Nicaragua (ProNicaragua), Luis Cañas, viceministro de Gobernación, la ministra del Ministerio de la Familia, Niñez y Adolescencia, Marcia Ramírez, el doctor Guillermo González, codirector del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED) y la vicecanciller Arleth Marenco.
El libro de condolencias estará abierto todo el día de este miércoles y el jueves en la embajada de Rusia que se encuentra en Las Colinas, muy cerca de la embajada de España.
Se trata del incendio más grave ocurrido en la zona central del país desde 2009, cuando 153 personas murieron en un club nocturno en la ciudad de Perm. A raíz de ello el presidente Putin ordenó que se controle la actividad de los centros comerciales y se garantice su seguridad.
El presidente Putin declaró el 28 de marzo día de duelo nacional por las víctimas de la tragedia que fue resultado de una "negligencia criminal".
