El representante de la Santa Sede, monseñor Fortunatus Nwachukwu, concluyó su misión en Nicaragua. El Gobierno reconoció la labor del Nuncio y le entregó la máxima orden diplomática del país.
Con la orden José de Marcoleta en grado de Gran Cruz fue condecorado el representante del papa en Nicaragua, quien finalizó su labor diplomática de 5 años.
A monseñor Fortunatus se le reconoce una fructífera labor diplomática y personal que contribuyó a fortalecer las relaciones entre Nicaragua y la Santa Sede.
"Mucho apreciamos el desarrollo de su misión con humildad, diligencia, solidaridad y sencillez con nuestro pueblo, combinando humildemente su misión diplomática y pastoral", dijo el canciller de la República, Denis Moncada Colindres.
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Monseñor Fortunatus ha sido el representante número 19 del Vaticano en Nicaragua, quien se mostró satisfecho y agradecido por su labor en nuestro país, en la que contó con el apoyo incondicional de las autoridades.
"Por medio de usted (quiero) agradecerle al señor presidente de la República, comandante Daniel Ortega Saavedra, y a la vicepresidenta, la señora Rosario Murillo, por haberme concedido esta importante condecoración. No tengo ninguna duda de que en este gesto ustedes no han visto solamente a este pobre servidor, sino más allá, también a aquel a quien yo tengo el honor de representar en este país", expresó el prelado.
El Nuncio llegó a Nicaragua en el 2013 y asegura que su labor ha sido la de crear puentes para lograr el bien común, destacando la visita a comunidades remotas de la Costa Caribe en donde recientemente fue inaugurada la Diócesis de Siuna y de Bluefields.
"Llegamos a distintas partes del país y he visto un pueblo en camino por su camino, que no se deja atar a la historia difícil del pasado reciente", valoró el también decano del cuerpo diplomático.
En su discurso de despedida también habló de la estrecha relación con los demás representantes diplomáticos, quienes llegaron al acto de condecoración, así representantes de la Conferencia Episcopal.
"Ha hecho un papel muy importante en una relación, en una comunión, del Gobierno de Nicaragua con la Santa Sede", comentó el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua.
"Pienso que el señor Nuncio ha sido una persona entregada totalmente a su misión y ha sabido representar dignamente al santo padre", puntualizó el obispo de León, Monseñor Bosco Vivas.
Monseñor Fortunatus parte de Nicaragua en los próximos días para ser el nuevo Nuncio Apostólico en Trinidad y Tobago.