Autoridades de Gobierno de Nicaragua presentaron este miércoles una nueva y mejor desarrollada estrategia para el manejo de los cultivos hortícolas bajo los efectos no deseados del clima.
Con este plan se espera un mejor desarrollo del cultivo de hortalizas que representa una actividad económica fundamental para cientos de productores del país.
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Armado Gómez, productor de hortalizas de Jinotega, aseguró que estos encuentros hacen que el gobierno escuché a las demandas de los campesinos con el fin de alcanzar herramientas para fortalecer sus actividades, una de estas; el financiamiento.
La producción de hortalizas en Nicaragua es muy importante en la economía familiar, ya que se producen 4 millones 968 mil 900 quintales en una superficie de 10 mil 600 manzanas. Estos son datos del ciclo agrícola 2016 – 2017.
Se calculan alrededor de 10 mil 200 productores en el país, de los que entre 10% y 20% son pequeños con áreas de hasta 5 manzanas.
Los cultivos de mayor desarrollo son tomate, cebolla, repollo, papa, zanahoria y chiltoma. Otras en menor escala son lechuga, remolacha, rábano, coliflor, brócoli, ajo y espárragos.
La producción de estas hortalizas se destina en un 97.77% al consumo interno y apenas 2.23% para la exportación.
Miguel Obando, codirector del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria, indicó que se trabajará en el mejoramiento de las técnicas de cultivo para hacer que se aprovecha de manera sostenible el área para sembrar las hortalizas.
La mayoría de la producción se saca con riego en la temporada seca, lo que provoca el desabastecimiento en algunos meses del año teniendo que acudir a la importación principalmente de cebolla y tomate.
Sin embargo, en este momento la cosecha de hortalizas es lo suficientemente amplia para que Nicaragua no tenga necesidad de importar estos productos de consumo masivo.