Con una emotiva misa campesina, familiares y amigos recordaron al padre Miguel D'Escoto, quien falleció el pasado jueves a los 92 años de edad. La misa fue presidida por el padre Antonio Castro en la iglesia Larreynaga, ubicada en Managua.
Durante la homilía, Castro recordó varias situaciones vivenciales con el padre Miguel, muy querido por la feligresía que le recuerda como un embajador de la paz, trabajando en la causa del Señor.
"Hoy la lectura que nos presenta la Liturgia, las siento muy cercanas, muy apropiadas. Donde Pablo le recuerda a los cristianos como Dios nos ha librado de los peligros, de las asechanzas con el fin de insistir y animarnos juntamente en la fe, para que estemos llamado a dar esa fe y la lucha por su Reino", señala Castro al afirmar que trabajar por la paz es trabajar por el desarrollo, poniendo como ejemplo al padre Miguel.
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Un hombre intelectual, humanistas, teólogo que contribuyó a las investigaciones y formación de la Iglesia. Pendiente de los acontecimientos del país, comprometido con los pobres, acompañado los procesos del pueblo nicaragüense. Un legado histórico en su lucha por la justicia y la conciencia crítica de los nicaragüenses.
"Fue una extraordinaria persona, profesor de muchas personas, promocionó la formación en sociología, de ciencias sociales de muchos líderes de América Latina. Facilitó becas de estudio, todo eso unido en una persona que tenía una extraordinaria ternura y extraordinaria capacidad de hospitalidad", afirma Ricardo Zúñiga
"Son muchas las palabras con las que se pueden describir a este gran hombre, son muchas las facetas y la que más me impactó fue la de abuelo, generador de muchas sonrisa, confidente con quien podrías conversar", compartió Janeth Gutiérrez.
María Clack, sobrina y ahijada D´Escoto, compartió que desde las Organización de Naciones Unidas pensaba en el bien común de los pueblos, trascendiendo las fronteras.