Una multitudinaria peregrinación salió este viernes santo desde el Colegio Teresiano sobre la Carretera a Masaya para concluir luego en los atrios de la Catedral Metropolitana de Managua, capital de Nicaragua.
El recorrido de más de 1 kilómetro es encabezado por el Cardenal Leopoldo Brenes y sacerdotes de la arquidiócesis.
“Es una cosa muy hermosa, de poder sentir el sentimiento de nuestra gente, hombres y mujeres de fe. Aquí se reconoce la grandeza del Señor, poder sentir la grandeza desde la humildad, solo los humildes y sencillos pueden verdaderamente comprender el amor y la misericordia, poder comprender los gestos del Señor y el gesto más hermoso de Dios en su hijo Jesús clavado en la cruz, para que nosotros tengamos vida y vida en abundancia”, manifestó Brenes.
El líder religioso agradeció a Dios por este momento que concede al pueblo nicaragüense, celebrando el ejercicio piadoso del Santo Viacrucis en el viernes santo cuando se recuerda la pasión del Señor.
“Muchos sacerdotes en las parroquias están celebrando este santo ejercicio que viene fortalecer nuestra fe y nuestro amor a Jesús, a su madre la santísima Virgen María y a la iglesia que es el camino que nos lleva de manera permanente hacia Jesús”, sostuvo el arzobispo.
Oración por la paz
“El papa Francisco nos ha venido pidiendo constantemente que oremos por la paz, el santo padre es muy sensible a la violencia que se está dando en muchos países, sobre todo está pidiendo de que oremos por aquellos hombres que son los fabricantes de las armas, vemos que la venta de armas es un negocio. A veces se puede promover la guerra para vender más armas y cada día más sofisticadas, así que en este ejercicio del Santo Viacrucis, hemos pedido a nuestro hermanos que oremos para que cese la violencia, para que cese tanta muerte de gente inocente, de manera especial dice el papa Francisco de los niños y ancianos”, dijo el cardenal ante los últimos acontecimientos que han ocurrido en el mundo.
Llama a la prudencia
“No hay duda que vemos la cantidad de personas que están asistiendo a los templos para vivir en oración. Hay un segundo momento que muchos van a la playas, van a las fincas, van a visitar familiares y otros se han ido al mar, yo quisiera invitarles a todos que podamos tener aunque sea dos o tres minutitos para poder alejarnos de esos ambientes y tener en silencio, meditando estos grandes ministerios de la pasión, muerte y resurrección del señor. Una vez mas insisto en la prudencia, la prudencia en el uso de las bebidas alcohólicas, la prudencia en el conducir, la prudencia al cruzarnos las calles, porque todos somos conductores, otros pasajeros, otros peatones y en todos estos ambientes tenemos que usar la prudencia que tiene que reinar”, exhortó.