Hace 68 años nació el Cardenal Leopoldo Brenes un 7 de marzo. Desde muy temprano, a eso de las 5 de la mañana de este martes despertó dando gracias Dios por este año más que le concede en armonía espiritual y familiar.
En la capilla de su hogar realizó una eucaristía con la cual expresa su profundo agradecimiento de haber nacido para ser servidor de Cristo.
"Yo personalmente me levanto muy temprano, he celebrado la eucaristía para ponerme en las manos del Señor por haberme llamado al sacerdocio ministerial y también por compartir tanta amistad con el pueblo de Nicaragua", expresó el Cardenal Brenes.
Hasta su vivienda ubicada en Altagracia, en Managua, estudiantes y autoridades de la escuela Casita Azul Nuestra Señora del Pilar llegaron para cantar las mañanitas a este alto jerarca católico, que siente que su mejor regalo es haberse convertido en sacerdote para dar el mensaje de la palabra de Dios, e incrementar su fe a través de sus hermanos de la Iglesia católica.
"Cuando el obispo llega a una parroquia se dice que fortalece la fe a los fieles, pero yo siento al revés, cómo los fieles con su amistad, con su aprecio, con su afecto, fortalecen también mi vida", dijo el Cardenal, tras mostrar su alegría por este don de la vida concebida por el Creador.
Luego este máximo religioso de la Iglesia Católica caminó hacia la escuela donde lo esperaban para desayunar y tener una meditación espiritual. En su trayecto fue felicitado por los pobladores quienes admiran su vocación fiel de servicio a Dios.
En esta escuela también hubo manifestación de derroche cultural, destacando la idiosincrasia del nicaragüense, esto como parte del festejo a este gran líder religioso.
El Cardenal se siente más joven y el pueblo se lo expresa. "Yo creo que es por la energía que la gente nos transmite y la Gracia que el Señor nos da de manera permanente".