Nicaragua ejecuta un plan para disminuir los casos de violencia a la mujer desde el punto de vista médico. En el centro de salud Pedro Altamirano, en Managua, las mujeres víctimas de agresión reciben todo el tratamiento y el seguimiento clínico.
“Nosotros vemos lo que es la salud, la recuperación emocional de la mujer, tratar de llegar a ella y devolverle la seguridad porque estas personas son inseguras, no son asertivas y emotivamente son depresivas”, dijo Jazmina Casco, especialista en violencia.
Pero en todas las unidades médicas se promocionan los valores como el respeto, la equidad y la tolerancia en tres programas puntuales del Ministerio de Salud, desde la planificación familiar, la atención en el parto y las emergencias.
“Cualquiera de estos diferentes programas, el sistema tiene un diseño de detección de alerta y de atención, cuando estas mujeres ya lo confirman la función nuestra es el acompañamiento, psicológico y atención al daño que se tiene”, explicó la Ministra de Salud, doctora Sonia Castro.
Entre los desafíos que está por cumplir el sistema público de salud es llevar esta especialidad a las zonas más lejanas. “Buscamos fortalecer los valores de la mujer, primero los de ellas, de valorarse, de cuidar su autoestima, de cuidarse, que se sientan que no están solas, que sientan que hay diferentes instancias donde pueden sentirse respaldadas para recuperar su salud en primer lugar”, explicó la Ministra.
El año pasado se registraron mas de 5,900 casos de mujeres con algún tipo de agresión, psicológico, verbal o físico.