En una conferencia de prensa, el diputado Wilfredo Navarro destacó la Batalla de San Jacinto como un ejemplo de patriotismo, valentía y unidad del pueblo nicaragüense frente a la invasión filibustera de William Walker en 1856.
«A pesar de la diferencia numérica y de armamento, los nicaragüenses y centroamericanos se unieron, dejando de lado sus diferencias internas para enfrentar al invasor»; expresó Navarro.
También, comparó la lucha contra los filibusteros con la historia bíblica de David y Goliat, afirmando que «con armas rudimentarias como piedras, machetes y rifles de chispa, los nicaragüenses lograron vencer al ejército filibustero mejor equipado»; destacó Navarro, mostrando el coraje y determinación de un pueblo dispuesto a defender la soberanía.
Valores de los héroes de San Jacinto continúan inspirando
A su vez, recordó la importancia de personajes poco mencionados en la historia oficial, como Francisco “Chico” Gómez; quien falleció persiguiendo a los invasores, y Joaquín Artola, que ajustició a varios filibusteros. Faustino Salmerón, quien capturó y ejecutó a Byron Cole, uno de los líderes filibusteros.
El diputado también enfatizó la participación de los indios flecheros, quienes, armados con arcos y flechas, fueron claves en la victoria; «Este episodio histórico demostró que el imperialismo no es invencible y que la resistencia ante las imposiciones externas sigue vigente».
Navarro concluyó con un llamado a la unidad nacional, afirmando que los valores de los héroes de San Jacinto continúan inspirando al pueblo de Nicaragua para enfrentar las amenazas actuales, como las sanciones y presiones externas.
La Batalla de San Jacinto fue un enfrentamiento que tuvo lugar el domingo 14 de septiembre de 1856, como parte de la Guerra Nacional, en la hacienda San Jacinto, ubicada en el actual departamento de Managua, Nicaragua, a 42 kilómetros al noreste de la capital, Managua.
