Las legendarias artistas Björk y Rosalía, han sorprendido al mundo al unir sus talentos en una colaboración musical única; que va más allá de la armonía y los acordes.
Sin embargo, esta alianza musical no solo destaca por su innovadora mezcla de estilos, sino por su objetivo filantrópico: todas las ganancias generadas por su nueva canción, titulada «Oral«; serán donadas a la organización sin fines de lucro AEGIS, en un esfuerzo por combatir la piscicultura en corral abierto en Islandia, país natal de ambas artistas.
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La historia detrás de «Oral» agrega un toque fascinante al proyecto. La canción, escrita y grabada por Björk hace dos décadas, ha permanecido perdida en el tiempo hasta ahora. Su resurgimiento tiene un propósito claro; respaldar las protestas contra el cultivo de peces en Islandia.
Björk, conocida por su vanguardismo musical, se inspiró en el dancehall al crear esta pieza y, al hacerlo; visualizó a Rosalía como la compañera ideal para darle vida.
Björk y Rosalía se unen
Aunque «Oral» no sigue la típica estructura de una canción de protesta, su mensaje se centra en el deseo, la pasión y el anhelo. Las voces de Björk y Rosalía se entrelazan para narrar el anhelo de un beso; creando una conexión que trasciende el tiempo. Björk grabó la canción originalmente a los 30 años, y ahora, en su juventud, Rosalía la revive con su poderosa interpretación.
Sin embargo, el video que acompaña a la canción también ha capturado la atención, provocando controversia en las redes sociales. Björk y Rosalía aparecen en un escenario casi completamente blanco; vistiendo de manera inusual de manera peculiar y casi irreal. Esto ha llevado a algunos a sugerir que la Inteligencia Artificial podría haber sido la creadora del video.
Las imágenes capturan a ambas artistas enfrentándose con movimientos de artes marciales, añadiendo un toque de misterio y dejando a los espectadores preguntándose si la realidad; se ha fusionado con la inteligencia artificial en esta expresión artística única.
La colaboración entre Björk y Rosalía, no solo resuena como una pieza musical excepcional; sino que también destaca la capacidad del arte para abordar problemas sociales urgentes y plantear preguntas sobre la intersección entre la realidad y la creatividad digital en la era moderna.