Este sábado 14 de agosto se llevó a cabo un nuevo concierto de Rock City, que entre tradiciones y raíces, hizo retumbar Masaya. En la antigua estación del ferrocarril ocurrió este magno evento que reunió el emprendedurismo y la pasión por la música.
Después de un par de horas para que se asentaran cada uno de los emprendimientos, se le dio el turno para la gran velada musical.
Con el tiempo que tengo escuchando a ISS75 en vivo a través de los Rock City, puedo asegurar que la calidad va mejorando cada vez más. Suenan «socados», bien armados y con una fuerza que sinceramente otras bandas nacionales quisieran tener.
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Ya hay temas que van calando mejor en la audiencia, porque de hecho tienen un ritmo potente y con garra; guitarras rápidas y una batería que se manda sola. Gran forma de iniciar el concierto.
Evento musical para recordar
Por parte de Guerreros Soles qué más vamos a obtener sino es solemnidad. Lo he repetido en los últimos meses que me toca escucharlos en vivo. Es un trance lo que producen en el aire.
Temas clásicos, con ese sabor de rock setentero pero a la vez bien náhuatl; es algo que solamente lo he podido escuchar en estos talentosos músicos, que jamás fallan ni decepcionan.
Luego sería el turno de los M1LOS, los que hacen ver fácil lo que en realidad es complejo. El reggae rock o alternativo debe tener mucho corazón para funcionar, y el de éstos sencillamente funciona siempre.
Además, las rolas que tienen han venido aumentando en dimensión a partir de cada uno de sus toques en vivo. Tienen un feeling que se crea en un espacio entre las bocinas y el público, el que les aseguro que es muy especial y que no deben perderse en ninguna ocasión.
Rock para guardar en el alma
Por su parte Madheavier vino con una ristra de años de experiencia que no es jugando. Este es un músico nicaragüense hecho y derecho; de cepa esteliana pero con el rock y grunge clavados en su ser.
Así fue entregando rola tras rola que van bien de la mano con una época en que el rock era la vitrina de la música mundial. Te transporta a mejores épocas en que sí existía verdadera música en la palestra contemporánea.
Pero el plato fuerte a como es costumbre en cada uno de los Rock City fue Cargacerrada.
Alejandro Mejía, con nueva compañía en esta ocasión; demostraron ser la banda insignia de este festival. Y claro que el público respondió a como ameritaba la ocasión y todavía más.
Brincos, empujadera, mosh y la efervescencia del poder que tiene el rock y metal nicaragüense se juntaron en un vibrar impresionante, que hizo resonar todo el local al unísono de distintas canciones que son tan reconocidas.
De esta forma cierra una nueva noche de Rock City, esta vez en la Cuna del Folklore, Masaya. Fue un evento que realmente me llevó al alma, porque se sintió a en la más profunda vena del rock en Nicaragua.