Habíamos visto recientemente a Leiva y Rubén Pozo de nuevo juntos en algún selfie y a los más nostálgicos les vinieron de golpe todos esos recuerdos de su etapa en Pereza. Y es que, pese a que se ha hablado mucho de la supuesta mala relación que había entre ellos, los de Alameda siguen demostrando que no son más que habladurías.
Leiva invitó a su amigo Rubén a telonear sus conciertos en el Wizink Center con el que cierra su gira Cuando te muerdes el labio. 19, 25 y 26 de diciembre son las fechas que ha elegido para poner el broche de oro a una etapa que le ha dado muchas alegrías. Y Rubén no dudó en aceptar porque no es cuestión de anteponer los egos cuando la amistad es verdadera.
Y ha decidido hacerlo junto a su amigo que desplegaba todo su talento y quehacer rockero a primera hora de la tarde con un recinto empezando a llenarse. “Muchas gracias a Leiva. Y a vosotros: os agradezco a los que habéis venido a las 19.30″, decía al poco público presente.
Además del frío que se siente en un recinto todavía poco lleno se unieron algunos problemas de sonido, pero eso no impidió a Rubén darse un festín de buena música antes de dar paso a su amigo y ex compañero.
Y sí, Leiva volvió a desplegar ese encanto sobre las tablas que hace que sus conciertos acaben la mayor parte de las veces con todas las entradas vendidas. Hubo algún momento, incluso, que pidió a todos los allí presentes que guardaron su teléfono en el bolsillo y simplemente disfrutara en silencio.
Broche de oro
Aunque la gran sorpresa llegó al final cuando Rubén volvió a salir al escenario para abrazar a su amigo y su público pudo ser testigo de esta hermandad once años después.
“Compartimos pensiones con cucarachas y probamos las mieles del éxito. Y nos fuimos justo en el momento de más popularidad al anteponer nuestra amistad por encima de los réditos”, dijo Leiva antes de invitarle a tocar con él.
Primero fue Rubén el que cantó Madrid. Le siguieron temas que tantos recuerdos nos trae a una generación como Pienso en aquella tarde, Como la tienes tú y Estrella Polar. Y el broche final del concierto lo puso Lady Madrid. Y sí, hay amistades que nunca mueren y parece ser que la suya es una de ellas.