El cantante The Weeknd y su equipo técnico fueron acusados de plagiar varios elementos de una canción compuesta en 2015 para luego escribir el tema Call Out My Name, que fue editado en 2018.
Según unos documentos publicados este miércoles por la revista musical Pitchfork, el dúo Epikker, integrado por Suniel Fox y Henry Strange, acusan al cantante canadiense de haberse apropiado de un tema que enviaron a un colaborador de The Weeknd, titulado Vibeking, por el que nunca recibieron ningún tipo de crédito.
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«Ambas obras están en clave menor. Utilizan una métrica de 6/8, que no es muy común en la música popular. Ambas obras se tocan a un tempo similar. Y ambas obras utilizan características de la electrónica, el ‘ambience’, el pop, el hip-hop, el rock y el R&B para lograr un sonido atmosférico y melancólico particular», indica el dúo.
Cuestión de billetes
Los demandantes piden como compensación todos los beneficios que Call Out My Name ha generado y solicitan como medida cautelar que The Weeknd no cante el tema en ningún concierto hasta que se resuelva el caso.
En su denuncia, el dúo de compositores sostiene que el ingeniero de sonido PNDA, un estrecho asistente de The Weeeknd, recibió la canción Vibeking por medio de un correo electrónico en abril de 2015 y que después confirmó que el artista la había escuchado.
Según la versión de los demandantes, tiempo después el mismo PNDA escribió al dúo para avisarles de que no les iba a dar crédito por el tema: «Solo diré que nuestro equipo de producción escribió la pista. ¿Guay? ¿O tienes otra idea? Simplemente no quiero decir: ‘Hey, Strange escribió esto’, cuando no te conocen».
El tema de The Weeknd se publicó en 2018 como sencillo de su EP My Dear Melancholy y registra desde entonces 700 millones de reproducciones en YouTube y 836 millones en Spotify.
Por su parte, Vibeking no está disponible en ninguna plataforma de internet, por lo que la similitud entre ambos temas solo podrá ser valorada por la corte californiana.
Un deja vu
No es la primera vez que el cantante, de 31 años, enfrenta acusaciones de este tipo; en 2016, la artista y compositora de San Francisco Yasminah demandó a The Weeknd y Daft Punk, asegurando que su track Hooyo de 2009 contenía una gran cantidad de similitudes con Starboy, single que le dio título a un álbum del músico y que superó las mil millones de reproducciones en YouTube.
En aquel momento, la artista buscaba una remuneración de unos 5 millones de dólares por el supuesto plagio.
Mucho más cerca en el tiempo, The Weeknd protagonizó una encendida polémica en torno a las nominaciones para la última edición de los Premios Grammy, que terminó en un enfrentamiento público con la Academia de las Artes y la Grabación de los Estados Unidos, que no lo incluyó en ninguna de las categorías de la premiación.
En aquel momento, el artista disparó contra los miembros de la institución, a quienes definió como «corruptos» y «poco transparentes», y decidió boicotear las futuras entregas del gramófono. «Por los comités secretos, no dejaré que mi discográfica vuelva a presentar mi música a los Grammy», aseguró el cantante en un comunicado publicado por el diario The New York Times.
La postura de The Weeknd, finalmente dio algún resultado, que se reflejará, según señaló la Academia, en algunos cambios en las normas que rigen el funcionamiento de los premios.