Los argentinos esperan con ansias a Coldplay, hasta el punto de que para la gira anunciada en octubre y noviembre ya se han vendido diez conciertos: 550 mil personas que se irán sumando, noche tras noche, en el estadio monumental, la sede de la final del Mundial de fútbol de 1978, aun precio entre 35 y 90 euros.
¿Ese amor tiene límites? No, todo indica que no. Fuentes conocedoras de la industria señalaron que es muy probable que en las próximas semanas se sumen más conciertos hasta completar 13 o 14. Serían 750.000 personas, Valencia entera subyugada por Chris Martin.
Y Chris Martin y compañía subyugados por la Argentina. En el país de la crisis económica crónica, los conciertos de Coldplay recaudarán unos 60 millones de dólares. De esa cifra, el 90 por ciento es para la banda, según destacó el diario «Clarín».
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El récord de convocatoria hasta hoy estaba en manos de Roger Waters, con 360.000 espectadores, seguido de la gira de despedida de Soda Stereo, con 350.000.
El fenómeno de popularidad de Coldplay en Argentina tiene varias explicaciones, aunque la principal es que entre Martin y el público local se produjo una conexión inmediata la primera vez que la banda visitó el país, en febrero de 2007.
En un país de 47 millones de habitantes, como es Argentina, Coldplay terminará dando más conciertos que en su país natal, el Reino Unido, o en Brasil, con 210 millones de habitantes.
Fans de la banda esperan con ansias
«La sensación que yo tengo es que Coldplay es querido por los argentinos por dos razones. Una es la buena vibración y energía que irradian en cualquier escenario. La otra, que hacen un esfuerzo real por conectar con el público argentino. Desde abrir y cerrar sus giras acá, hasta interpretar un tema de Soda Stereo como ‘De música ligera'», dijo Andrés Vacarezza, un contador de 52 años que estará en el estadio en octubre.
Matthew Whitecross, hijo de una argentina, aunque británico, es muy amigo de Martin, y durante años trabajó en un documental de la banda. Ya lo había hecho con Oasis, con Supersonic, aunque la banda de los hermanos Gallagher y la que lidera Martin son muy diferentes, dice.
Y el furor por Coldplay tiene tal volumen, que incluso preocupa al Banco Central de la República Argentina. En la tercera economía de América Latina rige un estricto control de cambios que hace casi imposible comprar moneda extranjera, el refugio de los argentinos ante un peso cuyo valor se deshace día tras día. En ese contexto, los 60 millones de dólares que la productora que organiza la gira debe comprarle al Banco Central no son una cifra menor.
Pero hasta ahora, según «Clarín», la empresa productora no hizo ninguna solicitud para que le permitan comprar esos dólares al valor oficial, que es casi la mitad que la del mercado clandestino, que es dónde los argentinos se hacen de moneda dura. El promedio mensual de dólares que se compran para «importación de servicios culturales» es de cinco millones. Coldplay multiplicó esa cifra por 12. Y amenaza con más.