Tras una larga batalla judicial, un juez federal en California dictaminó que Pharrell Williams y Robin Thicke cometieron plagio con su canción "Blurred Lines" y deberán pagar USD 5 millones a la familia de Marvin Gaye. Los herederos del fallecido artista también recibirán el 50% de todas las regalías a futuro de la canción.
La sentencia confirmó el veredicto del 2015 a favor de la familia de Gaye, estableciendo que la canción es un plagio del éxito, "Got To give It Up", del fallecido Príncipe del Soul.
Inicialmente el juez había determinado que Thicke y Williams debían abonar USD 7 millones a la familia de Gaye. Los artistas, apelaron el veredicto en el 2016, apoyados por un grupo de 212 músicos, argumentando que dicha sentencia amenazaba con "castigar a los cantautores por crear música inspirada en otros trabajos", según reportó la BBC.
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Thicke y Williams siempre negaron haber copiado la canción. "Yo entiendo la diferencia entre inspiración y robo", aseguró Thicke a The New York Times. "Estoy constantemente inspirado pero jamás robaría. Pharrell tampoco lo haría".
Williams, un popular compositor que tuvo otro gran éxito con "Happy", dijo en una entrevista en 2015 que toda la gente creativa tenía inspiración.
"El veredicto perjudica a cualquier creador que esté haciendo algo que podría estar inspirado por otra cosa", dijo en su momento. "Si perdemos nuestra libertad de ser inspirados, vamos a buscar un día y la industria del entretenimiento tal y como la conocemos será congelada en un litigio", expresó.
Este caso marca un precedente para la industria de la música en donde ya han incrementado las denuncias por plagio en los últimos años, sentenció Infobae.