La muerte de Elvis Presley despertó un gran número de teorías. Algunos aseguran que el Rey del Rock sigue vivo. El periodista Michael Cole de la BBC fue el primero en ver el cuerpo del artista y contó algunos detalles al Daily Mail.
El 16 de agosto de 1977, Cole -quien por entonces se desempeñaba como corresponsal de la BBC en Washington DC– se encontraba realizando una entrevista a un abogado en la capital norteamericana cuando escuchó a la secretaria del letrado gritar: "¡Oh, Dios mío!". El alarido fue desgarrador y todos supieron que algo grave había ocurrido. "¡Elvis Presley ha muerto!", continuó y no pudo hablar más. La mujer encerró su rostro con sus manos y comenzó a llorar.
Millones y millones de fanáticos a lo largo del mundo hacían lo mismo a medida que conocían la triste novedad sobre el Rey del Rock and Roll.
Al conocer la impactante novedad, la nota de Cole se interrumpió. El reportero hizo lo que debía hacer. Junto con su camarógrafo, Bob Grevemberg, empacaron de inmediato y fueron en taxi hacia el aeropuerto. Ya sospechaba que los próximos días serían emocionantes y llenos de adrenalina. Destino: Memphis, Tennessee.
Al arribar a la ciudad del Rey, Cole recordó que "extrañamente nadie estaba hablando" sobre Elvis. "No había nadie en las calles, ni reunidos en las esquinas". A la mañana siguiente, con Bob se dirigieron al lugar donde deberían tener más información, es decir, a la mansión del cantante, la famosa Graceland. Pero tampoco había nadie allí.
"Le presenté mis credenciales al guardia de seguridad que estaba allí y pedí hablar con algún miembro de la familia Presley", recordó el periodista en una columna escrita para el diario inglés Daily Mail. "Mientras esperábamos, algunas personas se acercaron. Me di cuenta de que Elvis era una estrella más grande en Gran Bretaña que en los Estados Unidos. Nos encanta la nostalgia. Los estadounidenses siempre quieren lo nuevo", reflexionó.
Luego de dos horas de esperar frente a los portones de la residencia, el sheriff de Memphis se presentó ante el reportero para invitarlo a ver el cuerpo de Elvis Presley por pedido de la familia. "No estaba seguro de querer visitar al muerto, pero en mi interés periodístico, acepté", recordó Cole.
"El sheriff me tomó del codo y comenzó a caminar por el sendero serpenteante que asciende a una pequeña colina hasta Graceland, con sus columnas blancas y su frontón clásico. Me condujo a través de las puertas a una escena que nunca olvidaré", escribió Cole 41 años después de aquella jornada histórica.
Continuó: "En la sala, un ataúd había sido apoyado sobre caballetes. Detrás del ataúd, en un arco sombrío, estaban los miembros de la familia Presley, incluida la ex esposa de Elvis, Priscilla, su hija Lisa Marie y su padre, Vernon. Uno a uno, les estreché la mano, extendiendo mi brazo sobre el ataúd donde el mejor cantante del siglo XX yacía muerto a la edad de 42 años".
En ese momento, las palabras que salieron de boca del corresponsal fueron de condolencias. Las pronunció en nombre propio, de la BBC, del Reino Unido y de los millones de fanáticos alrededor del mundo. Luego, contó lo que vio en ese ataúd.
"¿Cómo se veía Elvis? No muy bien. Siendo inglés, no me gustaba mirar. Pero fue una vista tan extraordinaria, que tuve que detenerme en cada detalle. Lo más sorprendente fue el tamaño de su rostro. Tenía la forma de una sandía muy grande y pálida, como la muerte. Supuse que las drogas habían causado la hinchazón. Llevaba un traje negro, una camisa blanca y una elaborada corbata de satén blanco", narró Cole.
También contó algo respecto a su pelo. "Su cabello me molestó", dijo, y explicó que cuando era un niño con aspiraciones de adolescente su madre lo hizo fanático al regalarle un disco del Rey. "No escuchábamos nada de eso en 1956. Elvis era un hombre blanco que cantaba como un hombre negro. Su cabello revuelto era parte del atractivo rebelde. Pero en su ataúd, el cabello de Elvis había sido peinado. Una raya había sido dibujada a la derecha, como con una regla. Escuché más tarde que el peluquero estaba orgulloso de su trabajo". Quienes lo recordaban con el pelo revuelto y abundante no lo estaban.
El camarógrafo de Cole, quien había ingresado con él a la mansión, no tenía permitido registrar nada con su cámara. Por lo que la experiencia de ambos no quedó grabada. Fuera de Graceland entrevistaron al histórico manager de Elvis, Joe Esposito, quien negó que su representado hubiera ingerido alguna droga que lo hubiera llevado al límite. Y más allá.
Todos se pusieron de acuerdo con la historia. No había estupefacientes de por medio, de acuerdo con la versión del Hospital Bautista de Memphis y los reportes policiales. El médico Jerry Francisco insistió: "Las drogas no tuvieron nada que ver en la muerte de Elvis".
La verdad aparecería luego: en su cuerpo había 14 tipos diferentes de drogas. En su pueblo, todos querían proteger al Rey.
Más de 80 mi personas siguieron de cerca el cortejo fúnebre que depositaría los restos de Elvis junto a la tumba de su madre. Gladys Presley, en Forest Hills Cemetery. El cantante tenía devoción por ella, quien también se fue de esta vida demasiado joven: 46 años.
Pero una simple frase de Cole fue lo que despertó una de las teorías conspirativas más extendidas de nuestros tiempos. "Reporté que había mucha gente en Memphis que no creía que Elvis en verdad hubiera muerto. Había especulaciones, a pesar de los comunicados de los doctores y de un coronel, que decían que había falseado su propia muerte y que se había ocultado", contó. Al final de esa cobertura en el cementerio, volaron de nuevo hacia Washington.
En 1997, 20 años después, Cole recibió una llamada. Era un colega de la BBC. Estaban realizando un documental con todas las teorías conspirativas en torno a Elvis, pero sobre todo con una: la que decía que aún estaba vivo. El periodista, del otro lado de la línea, se extrañó. ¿Qué tenía que ver él con algo semejante? El productor le explicó que había sido el primero de los periodistas que dijeron que había quienes se negaban a creer que el Rey había muerto y que a partir de allí nació la leyenda.
Lo entrevistaron para ese documental donde mostraron su informe desde el cementerio de Memphis. "Lo que no me preguntó fue cómo podría estar seguro de si era Elvis el del ataúd. Y por supuesto, no podría. Nunca lo había visto en persona hasta esa mañana", recordó.
Mañana se cumplirá un nuevo aniversario de la muerte de Elvis Presley. 41 desde que el mundo se conmovió con la triste noticia. El hombre que vio su cuerpo y sin querer despertó las sospechas sobre su verdadero estado rompió el silencio y contó su verdad. Será cuestión de creer… o seguir ilusionado con que el Rey está entre nosotros, sentencio Infobae.