La pasada noche del 4 de febrero se celebró el Super Bowl, el evento deportivo más seguido de Estados Unidos y uno de los más seguidos a nivel mundial. Más allá del importante significado deportivo que encierra, la Super Bowl se ha convertido en un verdadero espectáculo que siguen también los amantes de la música.
Y es que, como también sabréis, durante el descanso de la misma se celebra una actuación musical que cada año corre a cargo de un artista diferente con gran relevancia internacional. El pasado año fue Lady Gaga, y por ese escenario han pasado en los últimos tiempos artistas como Katy Perry, Beyoncé, Coldplay o Bruno Mars. Casi nada. También grandes grupos como U2 o iconos como Michael Jackson nos han hecho disfrutar en uno de los escenarios más deseados del panorama musical.
En esta ocasión, ha sido Justin Timberlake el encargado de hacer bailar a los presentes y a los millones de personas que lo han seguido a través de diferentes plataformas en diferentes partes del mundo. Pero no ha sido el único protagonista de la noche: Pink también ha tenido una gran importancia en este evento.
Y es que la artista ha sido encargada de cantar el himno nacional, el himno de Estados Unidos. Lo ha hecho con la emoción y con la ilusión que cabe esperar en un acontecimiento así.
Esta maravillosa actuación a cargo de Pink la convirtió en una de las protagonistas de la noche, como no podía ser de otra manera. Hace tiempo que Pink es una de las artistas más admiradas y queridas a nivel mundial, y durante la pasada Super Bowl volvió a demostrar por qué.
"He estado esperando cantar esta canción desde 1991 cuando vi a mi ídola, Whitney Houston, adueñarse de ella. Y ahora, mi oportunidad finalmente ha llegado. Este es uno de los mayores honores de mi vida, cantar esta canción frente a mi familia, mi padre, mi hermano y mi madre. Prometo que haré mi mejor esfuerzo, como siempre hago", había escrito en su cuenta de Instagram. Sin dudas hizo su mejor esfuerzo a pesar de que no se encontraba en óptimas condiciones de salud.
