Estar en la Sala Experimental Pilar Aguirre del Teatro Nacional Rubén Darío de por sí es algo muy especial, la conexión que uno puede tener con los artistas en este espacio es algo que no se da en ningún otro tipo de concierto en Nicaragua. Con Milly Majuc fue algo más allá, una magia que fluyó en todo momento.
Este recital se hizo la noche del jueves 19 de octubre gracias a la magnífica producción de Saxo Producciones y presentado por TN8 Musical, desde antes de entrar a la sala había un área dedicada a un coctel estilo lounge, el cual estuvo disponible para quienes gustan de bebidas que levantan el espíritu en una fresca noche de Managua.
Al entrar a la sala principal se observaba un montaje muy bonito, artístico y apropiado para la calidad de evento que estábamos a punto de presenciar. Así fue que salió la primera parte de Milly Majuc liderada por Carlos Caldera y su guitarra, saludando al público presente e interpretando la primera canción que daría inicio oficial a este toque especial: "El Eje", junto al talentoso Marvín Amador que fascina con su violín. Desde ese primer tema se apreciaba el empeño que dejaron estos músicos al adaptarse a un formato acústico-teatral en donde las tonalidades fueron cambiando a un argumento más íntimo, cercano, único.
Mientras se desarrollaba este concierto con temas como "Luz en el Cristal" y "Salomón" se irían añadiendo todos los miembros de la banda y varios invitados, entre ellos hago el gran Mario Ruiz, pero hay que hacer una mención muy especial para las dos damas que estaban en el coro: Sheyla Martinica y la encantadora Mia Marce, ellas disfrutaron igual o hasta más que la misma audiencia esta velada, cada una acoplándose con esas preciosas voces que las caracterizan. "Luciérnaga" fue completamente vocalizada por Marce y pues, qué les puedo decir, me sentía en el cielo sentado en una nube mientras una querubina recitaba un cántico de poesía musical.
"El Culpable", "En Azul", "Surge", "Un Par de Madroños" y "Vuelvo a Casa" continuarían esta noche tan bonita gracias también al trabajo dedicado de Carlos Sánchez, Emilio Caldera, Leslie Sánchez y el entusiasmo que le mete Prabhupada Plazaola, dejando esa buena energía entre todos.
Siempre me gusta observar a la gente en los toques, sus expresiones te denotan el nivel de conectividad que hay con la música y lo de este jueves fue así, muchos se les notaba que querían levantarse a bailar o simplemente cerrar los ojos para levitar dentro de sus mentes a un nicho de paz y solemnidad. Así de intenso y bien trabajado fue este concierto de los Milly.
Fue interesante las interacciones que tuvieron los muchachos con el público; por ahí hubo intento de chistes, remembranzas sobre historias de adolescencia o nostalgia del hogar, motivos que han impulsado a que esta banda emblema del rock nicaragüense y con más de 14 años de trayectoria esté realizando nuevas canciones, algo que obviamente nos alegra en demasía.
El concierto seguiría con una maravillosa incorporación de los metales, ahí contamos con la genial presencia de Kervin Rodríguez con el saxofón, David Gaitán en trombón, Francisco Jiménez en trompeta, Ricardo Vargas en el clarinete y Bismarck Duarte con el sousafón (un tipo de tuba), los cuales al unirse a esta majestuosa orquesta del rock-reggae-ska harían más impresionantes estas versiones acústicas de las rolas de Milly Majuc.
Tras disfrutar de "La Medicina", "Una Canción", "¿Qué Vas a Hacer?", "Un Último Ska" llegó el turno de "La Pelota", canción que fue una de las partes más alegres de la noche, en donde la audiencia acompañaba con aplausos y una gran sonrisa esa bonita fiesta de excelente música nica.
Para cerrar el fabuloso Leslie nos regalaba "La Leche", icónico tema de esta agrupación y una grata forma de despedir un concierto que no deja más que aprecio total por su organización y proyección de calidad. Felicidades Milly Majuc, la siguen partiendo.
