El video del tema "Look What You Made Me Do" logró batir un récord al alcanzar más de 43 millones de reproducciones en YouTube en las primeras 24 horas desde su lanzamiento.
Es el primer single de "Reputation", el sexto álbum Swift que llega en noviembre, destaca Infobae.
La plataforma aseguró que fue el mayor debut de cualquier video en la historia del sitio, superando la marca de 36 millones de reproducciones lograda por la canción "Gentleman", del cantante surcoreano Psy, en su primer día en la red en 2013.
En su tema "Look What You Made Me Do", la estrella del pop apunta a quienes la atacaron profesional y personalmente desde el inicio de su carrera en la música.
YouTube dio a conocer también que el video promedió unas 30.000 reproducciones por minuto en las primeras 24 horas, superando las 3 millones por hora.
Swift tiene igual un largo camino para quebrar el récord del video de música más visto en YouTube, logrado por el éxito latino "Despacito", de Luis Fonsi, que superaba las 5.000 millones de reproducciones a fines de agosto.
En Contexto:
Look What You Made Me Do: La melódica venganza de Taylor Swift
La cantante lanza 'Look What You Made Me Do', una canción dedicada a sus más públicos enemigos Kim Kardashian, Kanye West y Katy Perry, y las redes sociales estallan.
Taylor Swift ha muerto. Sí la chica rubia, la niña tierna del Country, la siempre glamourosa y bien intencionada niña es cosa del pasado. Abran paso a la estrella, a la todo poderosa y vengativa Swift. Podría parecer una exageración, pero no lo es. Tan así es que ella misma lo ha dejado claro en su más reciente sencillo Look What You Made Me Do. Si hay algo que define las canciones de la intérprete criada en Nashville es que (casi) siempre van dirigidas a alguien. Y esta vez no se trata de alguno de sus recientes exnovios, Calvin Harris o Tom Hiddleston. Los protagonistas, en esta ocasión, son sus más públicos enemigos Kim Kardashian y Kanye West. “La vieja Taylor no puede ponerse al teléfono ahora mismo / ¿Por qué? / Porque ella está muerta". Más claro imposible.