PRAGA (AP) — Esta orquesta se ha presentado en Londres, Madrid, Moscú y Jerusalén, sus próximas paradas son Nueva York, Washington y Chicago, pero no es una agrupación común y corriente.
The Tap Tap, creada hace 18 años para darle a los estudiantes de una renombrada escuela para discapacitados de Praga una actividad extracurricular, se ha convertido en una importante organización musical que ha atraído a millones de admiradores, primero en su propio país y ahora a nivel internacional.
Al escuchar su sonido profesional y rítmico la gente no puede notar que muchos de los músicos están en sillas de ruedas o que tienen discapacidades graves y eso es justamente lo que busca la orquesta.
El director Simon Ornest considera que muchas veces a las personas con discapacidades no se les reta lo suficiente y la gente tiende a sobreprotegerlos.
"Mi meta desde el comienzo no era hacerlo como una terapia sino como una banda con todo lo que esto podría implicar”, dijo Ornest. "Aquellos que tienen entre 18 y 20 años se enfrentan en nuestra orquesta por primera vez con una situación en la que realmente queremos resultados de ellos, insistimos en eso”.
Ornest dijo que tenía la corazonada de que el concepto era viable, pero el éxito lo ha sorprendido.
"No creía que era posible que nos desarrolláramos como lo hemos hecho, es un sistema elaborado, con trabajo duro detrás, un trabajo inesperadamente duro”, dijo.
Agregó que la fortaleza de la banda se basa en dos reglas esenciales.
"Llegamos a tiempo y hacemos lo que nos prometimos que haríamos. Es una base muy buena para cualquier trabajo de equipo”, dijo.
Al comienzo The Tap Tap hacía versiones de sus canciones favoritas. Ahora produce su propia música con la ayuda de músicos locales y letras relacionadas con las vivencias de las personas con discapacidad.
"Tratamos de cantar sobre la gente con discapacidades de una forma sensible pero también con humor”, dijo Ornest.
Su reciente éxito "Riditel autobusu" se trata del chofer de un autobús que no le permite subir a un hombre discapacitado con su bicicleta. La canción tiene cerca de 6,9 millones de vistas en YouTube, un logro para una canción en checo y tomando en cuenta que el país tiene 10 millones de habitantes.
"Al comienzo la gente tenía más curiosidad sobre lo que somos, sobre lo que los discapacitados pueden interpretar,” dijo Jana Augustinova, quien es cantante en The Tap Tap. "Después sentían lástima o estaban impresionados, ahora tenemos fans como cualquier otra banda. Les gusta nuestra música y no nos consideran una banda de chicos discapacitados sino una banda real”.
Actualmente el ensamble de 20 miembros toca unos 60 conciertos al año y ha presentado un musical en el Teatro Nacional en Praga. A pesar de todas las dificultades de salir de gira, The Tap Tap también se ha presentado en varias capitales europeas y este año cruzará el Atlántico para llegar a escenarios de Nueva York, Washington D.C. y Chicago.
Para el próximo año la orquesta tiene como proyecto presentarse en prisiones checas junto con presos en conciertos que se transmitirán en vivo en la televisión pública checa.
"Lo que tienen en común la gente que acaba de salir de prisión y los discapacitados es que el público no espera mucho de ellos”, dijo Ornest.
Ladislav Angelovic, el maestro de ceremonias de la banda, dijo que The Tap Tap está lista para enfrentar nuevos retos.
"Comenzamos como una actividad extracurricular y se nos salió un poco de las manos”, dijo. “Ahora somos un ensamble profesional”.