El cantante Alejandro Sanz vive estos primeros días de la estación veraniega con una mezcla de entusiasmo y nostalgia, ya que además de ultimar los preparativos del multitudinario concierto que ofrecerá este sábado en el estadio Vicente Calderón de Madrid para conmemorar el 20 aniversario del lanzamiento de "Más" -el disco que le convirtió en una estrella internacional-, ayer lunes se llevó una grata sorpresa al serle otorgado el título de 'Persona del Año' nada menos que de la organización de los premios Grammy Latino.
"Las palabras que busco, no existen. Me siento muy afortunado por este gran honor, Persona del Año para los #Latin Grammy", reza el escueto pero emotivo mensaje que compartió el madrileño en sus redes sociales para compartir su alegría con su legión de seguidores virtuales.
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Como se ha encargado de explicar la propia Academia Latina de la Grabación por medio de un comunicado publicado en su página web, este galardón no solo reconoce la extensa y prolífica trayectoria del famoso cantautor, así como los tres premios Grammy y los 18 Grammy Latinos que tiene en su haber, sino también la incansable labor filantrópica de una artista que colabora activamente con organizaciones como 'Greenpeace', 'Médicos Sin Fronteras' o 'Save the Children'.
"Alejandro Sanz apareció por primera vez en la escena musical con una guitarra colgada al hombro, una pasión contagiosa por la música y un talento extraordinario. A día de hoy, su trabajo forma parte de la banda sonora de nuestra vida, mientras que su compromiso humanitario, su liderazgo y su condición de referente para los nuevos artistas dice mucho sobre su contribución a la comunidad latina. Por eso estamos encantados de rendirle honores", explica el presidente de la academia Gabriel Abaroa, en la citada nota.
Tan distinguido galardón le será entregado personalmente a Alejandro el próximo 15 de noviembre durante una gala celebrada en su honor en el exclusivo hotel Mandalay Bay de Las Vegas. Aunque de momento se desconocen los detalles de la misma, es más que probable que, al igual que en ediciones anteriores, el homenajeado se vea arropado por numerosos compañeros de profesión y que tenga que pronunciar un sustancioso discurso con el que terminar de sellar su lugar en la historia.
