El balance de migrantes que murieron ahogados frente a las costas de Siria en el naufragio de su embarcación procedente de Líbano subió a 89 personas, informó el sábado la agencia oficial de noticias siria.
«Hay 89 muertos, 14 personas están en convalecencia en el hospital Al Basel, entre ellas dos en cuidados intensivos»; declaró Iskandar Ammar, un responsable de ese establecimiento en la ciudad portuaria de Tartús.
Así mismo, un balance anterior indicó que habían muerto 86 migrantes que intentaban llegar a Europa de manera clandestina.
Según las autoridades sirias, unas 150 personas, principalmente libaneses y refugiados sirios y palestinos; iban a bordo de la pequeña embarcación que se hundió el jueves frente a Tartús.
Las aguas de las costas de Siria cobran la vida de más migrantes
Cabe mencionar que, entre los náufragos había diez niños, informó el sábado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Se trata el naufragio más mortífero de los últimos años en Siria, un país asolado por más de once años de conflicto.
Muchos de los pasajeros libaneses del barco proceden de zonas pobres del norte del país, incluida Trípoli; una ciudad que se ha convertido en un centro de inmigración ilegal hacia el Mediterráneo, sobre todo de sirios, pero también cada vez más de libaneses.
Por otra parte, el pasado abril ya se hundió otra barca mientras era perseguida por la Marina libanesa a la altura de Trípoli. Se halló al menos una decena de cadáveres, mientras que 45 migrantes fueron rescatados con vida.
Además, los supervivientes de una embarcación que se hundió este mes en aguas de Turquía contaron a los guardacostas que habían salido de la ciudad libanesa de Trípoli con la intención de llegar a Italia.