En las últimas dos semanas, un grupo paramilitar en Sudán, conocido como las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), ha cometido una serie de atrocidades que han dejado más de 100 civiles muertos en la región de Darfur.
Según la Asociación de Abogados de Emergencia, los enfrentamientos en la zona de Al Malha entre el 20 de marzo y el 2 de abril resultaron en una ola de asesinatos, torturas, saqueos y la destrucción de bienes civiles.
Las FAR, un grupo paramilitar que ha sido vinculado al gobierno de Sudán, atacaron aldeas enteramente civiles, saqueando viviendas y matando a los habitantes en su interior.
Estas acciones han sido condenadas como violaciones flagrantes de los derechos humanos y del derecho internacional; específicamente el derecho a la vida y la protección de la población civil durante los conflictos armados.

Violaciones de derechos humanos en Sudán
La organización de derechos humanos denunció que, además de los asesinatos, los paramilitares incendiaron mercados e instituciones, despojando a la comunidad de sus medios de vida y dejando a cientos de personas desplazadas.
A pesar de que la región no contiene fuerzas militares, los ataques fueron dirigidos a aterrorizar a la población civil y forzarlos a abandonar sus hogares; lo que podría calificarse como un crimen de guerra.
Este ataque se enmarca dentro del contexto de la guerra civil en Sudán, que comenzó en 2023 entre el Ejército sudanés y las FAR. Según las Naciones Unidas, el conflicto ha dejado más de 20,000 muertos y ha desplazado a unos 15 millones de personas; aunque estudios independientes estiman que el número real de víctimas podría ser mucho mayor.
El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido asesinó a finales de marzo a más de cien civiles en la zona estratégica de Al Malha, en el estado de Darfur Norte, durante una ola de violencia que provocó el desplazamiento de unas 250.000 personas, según una ONG de derechos humanos. pic.twitter.com/S6MGClCdsT
— EFE África (@EFEafrica) April 5, 2025