El papa Francisco, convaleciente de una intervención quirúrgica, condenó lo que calificó como «atroz asesinato» la madrugada del miércoles del presidente de Haití, Jovenel Moïse, al tiempo que expresó sus «condolencias» al pueblo haitiano.
El comunicado del «número dos» del Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin expresa las condolencias del Jefe de la Iglesia Católica; «al pueblo haitiano y a su esposa, también gravemente herida, cuya vida encomienda a Dios».
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Según la nota pública «el Santo Padre expresa su tristeza y condena toda forma de violencia como medio para resolver crisis y conflictos», añadió Parolin.
En el país caribeño, mientras tanto, el asesinato del presidente ha causado una conmoción colectiva.
Papa Francisco calificó de «atroz asesinato»
Ante lo cual los obispos de la Conferencia Episcopal de Haití también se han expresado en un comunicado, al rechazar el magnicidio como «inadmisible y repugnante».
Obispos católicos de Haití instan al presidente a cancelar el referéndum para impedir una crisis: Los obispos católicos de Haití instaron este martes al Gobierno del presidente Jovenel Moise a abandonar el propósito de celebrar el referéndum… https://t.co/C2VV0VdUxn pic.twitter.com/jYQcwyLEsm
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«Este triste acontecimiento marca un desafortunado punto de inflexión en nuestra historia como pueblo, lamentablemente dictado por la elección deliberada de la violencia por parte de muchos sectores de la población como método de supervivencia y resolución de disputas», dicen los obispos haitianos.
Pronunciamiento del presidente
El clero haitiano ya se había pronunciado hace varias semanas sobre las pretensiones de Moïse de modificar la Carta Magna.
A inicios de junio había instado al Gobierno a abandonar su intención de realizar el referéndum constitucional; porque «un cambio de la Constitución política podía profundizar la difícil crisis» que afronta Haití.
Durante el mes de abril, diez sacerdotes católicos habían sido secuestrados en medio de la crisis de seguridad que vive Haití; lo cual había reforzado la animadversión del clero hacia el Gobierno de Moïse.