Pakistán abrió su primera escuela financiada con fondos públicos para mujeres transgénero, que suelen ser condenadas al ostracismo en los centros educativos convencionales de este país conservador.
Las mujeres transgénero son consideradas un tercer género en el sudeste de Asia y su comunidad existe desde hace cientos de años en Pakistán; donde se las conoce como «Khawaja Sira».
Muchas son rechazadas por sus familias o la sociedad y deben ganarse la vida bailando, mendigando o como trabajadoras sexuales.
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Murad Raas, ministro de Educación de la provincia de Punyab, donde se encuentra la escuela; se comprometió a proporcionar «educación para todos» cuando anunció la apertura de la escuela esta semana en la ciudad de Multán.
El centro, cuyos profesores serán también trans; ofrece clases por la tarde y formación profesional.
No más burlas en la escuela
Según una de las alumnas, una veinteañera llamada Baby Doll, la actitud de los profesores y del personal en los centros educativos a los que asistía antes era preocupante. «Los chicos se burlaban y se portaban mal con nosotros», contó.
«Estamos tratando de solventar el fracaso escolar» entre los transgénero, afirmó Hina Chaudhary; funcionaria del Ministerio de Educación en Punyab, que planea abrir más escuelas similares.
La comunidad trans es muy activa en Pakistán, donde a inicios de este año se abrió una escuela religiosa islámica sólo para personas transgénero en Islamabad. No obstante, siguen siendo estigmatizados y agredidos.
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Tradicionalmente, a las personas transgénero se les encargan rituales como la bendición de recién nacidos o que animen bodas y veladas.
«La gente nos ve como una forma de entretenimiento cuando salimos. Pero en esta escuela, el personal es extremadamente educado. La diferencia entre la vida en la escuela y la del exterior es que aquí nos sentimos relajados», aseguró Hania Henny, otra estudiante.
Por Infobae