¿Quién determina los nombres de los huracanes?, en la siguiente nota te explicamos, por qué muchas veces nace la curiosidad de saber quien elige esos nombres.
Hace muchos años, los huracanes solían ser denominados como los santos de la época. Sin embargo, desde finales del siglo XIX; estos fueron reemplazados por nombres propios, específicamente, de mujeres. Por ejemplo, el caso más actual: el huracán Julia.
Debido a que los huracanes pueden durar hasta más de una semana, pueden coexistir varios ciclones al mismo tiempo. Por ello, para evitar confusiones, los meteorólogos les asignan nombres.
La entidad encargada de la denominación de los huracanes es la Organización Meteorológica Mundial (OMM), organismo especializado de las Naciones Unidas, creado en 1950 con sede en Ginebra, Suiza.
De acuerdo a la página oficial de la entidad, la OMM tiene varias funciones, entre ellas, la de dedicarse a la cooperación y coordinación internacionales en lo que se refiere al estado y el comportamiento de la atmósfera de la Tierra; así como el tiempo y el clima que genera.
¿Cómo se nombran los huracanes?
El proceso actual es práctico y ordenado. En primer lugar, los nombres los decide un comité de la Organización Meteorológica Mundial, quienes mantienen listas rotativas de nombres para cada cuenca de ciclones tropicales; los cuales tienen seis años para ser usados.
Cabe resaltar que, los nombres pueden ser reutilizables siempre y cuando antes no identificaron a una tormenta violenta.
Si crees que el huracán lleva por nombre el de una persona en particular, te equivocas.
¿Pueden llevar cualquier nombre?
En general, los ciclones, huracanes y tifones tropicales llevan nombres que resultan familiares para la gente de cada región, para que así sean fáciles de recordar. De esta forma, las personas tomarán las precauciones necesarias para reducir o evitar desastres.
Antes de administrar el sistema que se sigue actualmente para denominar a los huracanes, en el siglo XIX y principios del XX, las tormentas tropicales en las Antillas eran llamadas con el nombre del santo del día en que ocurrían. Entre los ejemplos más conocidos tenemos al “Santa Ana” que arrasó Puerto Rico en 1825; así como el “San Felipe” que azotó a España en 1928.
La denominación de los huracanes cambió a finales del siglo XIX, cuando el meteorólogo australiano, Clement Wragge, utilizó por primera vez un nombre propio para denominar a estos fenómenos meteorológicos.
¿Por qué los huracanes comenzaron a llamarse como mujeres?
Por lo tanto, todo comenzó con Clement Wragge. De hecho, luego de haber usado nombres de la mitología griega y de políticos que no eran de su agrado, se inclinó por llamar a los huracanes con nombres propios de mujeres, una práctica que Estados Unidos haría oficial en 1953.
Finalmente, con las campañas de la feminista Roxcy Bolton y otras activistas, se pudo persuadir a las autoridades de Estados Unidos para que nuevamente empleen nombres masculinos en 1979.
Esta es una pregunta bastante común y la explicación es bastante sorprendente. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Proceedings of Natural Academy of Science en 2014, y realizado por científicos de la Universidad de Illinois, se llegó a la conclusión de que los huracanes con nombres asignados a mujeres suelen tener un mayor número de víctimas.
La razón es porque la población no les daba la debida importancia, por lo que disminuían las medidas de protección. Ante ello, el Centro Nacional de Huracanes enfatizó que los ciudadanos deben prestar atención a estos fenómenos meteorológicos, ya sea que se llame “Sam” o “Samantha”.
