Una ola de violencia perpetrada por una banda criminal en Haití ha forzado a más de dos mil personas a abandonar sus hogares. Desde el 21 de julio, los ataques de bandas armadas han tenido un impacto devastador en la región de Ganthier, forzando a 985 familias a huir a localidades cercanas como Thiote, Fond-Parisien y Foret des Pins en busca de refugio en casas de amigos y familiares.
El diario digital Haití Libre ha descrito la situación en Ganthier como extremadamente peligrosa. La violencia comenzó a intensificarse cuando las bandas armadas, fuertemente armadas, lanzaron ataques coordinados contra las residencias.
La madrugada del ataque fue particularmente brutal; los pandilleros llegaron en motocicletas y, empuñando armas automáticas, atacaron sin piedad. Los ciudadanos, sorprendidos y aterrorizados, intentaron huir, pero muchos fueron alcanzados por las balas.
En la vecina comunidad de Archaie, ubicada a 44,2 kilómetros de la capital, el luto y el miedo se han apoderado de la población tras un ataque similar.
La violencia comenzó a intensificarse en Haití
Los pandilleros mataron e hirieron a un número indeterminado de residentes y quemaron varias viviendas en la barriada de Bercy. Según el diario Le Facteur Haiti, muchos de estos criminales habían llegado desde Cabaret, una localidad cercana.
Este brote de violencia se produce en un momento crítico, justo cuando la Policía Nacional de Haití había prometido iniciar operaciones serias contra las bandas criminales. Además, 600 efectivos de la policía de Kenya han llegado al país con el objetivo de ayudar a pacificar la situación. Estos efectivos, que actualmente están tomando clases de creole de Haití, se han unido a los esfuerzos para restaurar el orden en la región conocida como la Perla del Caribe.
