Por primera vez, más de la mitad de la población mundial cuenta con algún tipo de protección social, indicó el jueves la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que señaló que el progreso es todavía muy lento.
En un nuevo informe, la OIT llama en particular a los países más vulnerables a la crisis climática a aumentar la inversión en protección social porque, aunque no impida el calentamiento del planeta, ayuda a amortiguar el impacto en la población.
Según este organismo de la ONU, un 52,4% de la población dispuso el año pasado de una forma u otra de cobertura social; una cifra alza respecto al 42,8% de 2015.
“Si bien se trata de un avance positivo, la dura realidad es que 3.800 millones de personas siguen estando totalmente desprotegidas”; lamenta la OIT.
En países vulnerables, 91% de la población no tiene protección social
Esta organización subraya especialmente que la mayoría de los niños (76,1%) no goza todavía de una protección social eficaz.
Si se mantiene el ritmo actual, harán falta 49 años para que todo el mundo esté cubierto por al menos una prestación social; lo que, según la OIT, es demasiado lenta.
Esta agencia se inquieta particularmente por los países más vulnerables al cambio climático, que “representa la amenaza más grave para la justicia social”; juzga su director general, Gilbert Houngbo.
“Muchos de los países que están sufriendo las consecuencias más brutales de esta crisis están especialmente mal equipados para hacer frente a sus consecuencias medioambientales y sobre los medios de vida”; dijo la OIT en un comunicado.
En los veinte países más vulnerables a la crisis climática, entre ellos Haití; el 91,3% de la población (364 millones) no se beneficia de ningún tipo de protección social.
Si se abre el foco a los 50 países más expuestos al cambio climático, un 75% de la población (2.100 millones de personas) está desprotegida.
“Estas brechas son especialmente significativas, dado el papel potencial de la protección social para suavizar el impacto del cambio climático, ayudar a las personas ya las sociedades a adaptarse a una nueva realidad climáticamente volátil, y facilitar una transición justa hacia un futuro sostenible”; dijo en su comunicado.
Brechas entre países
El informe explica que la protección social mejora la capacidad de la población “para enfrentar las perturbaciones climáticas, proporcionando un nivel básico de ingresos y acceso a la atención de salud” y “contribuye a aumentar las capacidades de adaptación, incluidas las de las generaciones futuras”.
Estas, sumadas a políticas activas en el mercado laboral, pueden ayudar a las personas a reconvertirse hacia profesiones más ecologistas y prácticas económicas más medidas sostenibles, destacó la OIT.
Su informe enumera varias opciones para que la cobertura social contribuya a atenuar los impactos del cambio climático, como, por ejemplo; convertir las subvenciones a los combustibles fósiles en prestaciones de protección.
La organización de la ONU asegura que es hora de invertir de manera significativa en la protección social; a la vez que denuncia dos trayectorias muy distintas en el mundo en este aspecto.
El estudio muestra que los países de ingresos elevados se acercan a una cobertura universal (con una tasa del 85,9%) y que los países de ingresos medios superiores (71,2%) e inferiores (32,4%) “están dando grandes pasos para cerrar las brechas de protección”.
Pero, al mismo momento, la tasa de cobertura en los países de bajos ingresos (9,7%) apenas ha aumentado desde 2015.
La brecha también es clara en cuanto al volumen del PIB nacional dedicado a la protección social; 16,2% en los países de ingresos elevados contra 0,8% en los países de bajos ingresos.
Estas naciones necesitan 308.500 millones de dólares suplementarios cada año para garantizar al menos una protección social básica a su población, apunta la OIT; que reclama apoyo internacional para recaudar este monto.