Israel asesinó a más periodistas en un año que en cualquier conflicto en los últimos 30 años. En 12 meses, más periodistas murieron en ataques israelíes en Gaza y Líbano que en cualquier período similar registrado desde 1992; afirma el Comité para la Protección de los Periodistas.
Según datos de la Oficina de Prensa del Gobierno gazatí, 175 trabajadores de los medios fueron asesinados en el territorio palestino entre el 7 de octubre de 2023 y el 4 de octubre de 2024. La organización también está investigando otros 130 casos de presuntos asesinatos, detenciones o lesiones.
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Mientras tanto, decenas de periodistas y ciudadanos se reunieron este 6 de octubre en un acto convocado por el Sindicato de Periodistas Palestinos, en el centro de Ramallah, para denunciar los crímenes cometidos contra los periodistas palestinos a lo largo de todo el año.
El Sindicato comunicó que hasta la fecha se han registrado 1,600 ataques y crímenes contra periodistas palestinos, incluidos cientos de mártires, siendo el más reciente el periodista Hassan Hamad, muerto en un bombardeo al campo de Jabalia al amanecer de ese día.
La letal ofensiva de Israel contra los medios en Gaza
Se han registrado, además, 514 mártires de las familias de los periodistas y 124 periodistas detenidos. Asimismo, decenas de reporteros han resultado heridos; a algunos les han debido realizar amputaciones y otros han perdido la vista como resultado de los ataques israelíes.
Huda Heazi, corresponsal en la Franja de Gaza, comenta qué significa ser periodista en la Gaza ocupada y asediada, y asegura que el sector periodístico es uno de los principales objetivos del Ejército sionista, principalmente los corresponsales de medios de comunicación.
La reportera gazatí comenta que ha sido uno de sus años más difíciles, tanto en lo personal como en lo profesional. Han sido 365 días cubriendo día a día los genocidios israelíes, enfrentando las mismas dificultades que el resto de los gazatíes.
En ocasiones se ha encontrado sin refugio, sin alimentos, sin agua y sin acceso a un lavabo. Además, ha pasado un año alejada de su familia, que se encuentra en el norte, mientras ella se dirigió hacia distintas gobernaciones del sur, como Deir al-Balah, Rafah y Khan Younis.
«Como mujer, ha sido difícil vivir. Al principio no tenía ningún lugar donde refugiarme y estuve siete meses durmiendo en un coche, y ahora vivo en una tienda de campaña muy pequeña».
Sin embargo, «siempre he tenido un objetivo, que es no rendirme y seguir cubriendo las atrocidades que comete Israel. Seguir mostrando al mundo lo que hace Israel contra la Franja de Gaza. Por lo tanto, sigo en pie, pero mi deseo es que esta guerra acabe cuanto antes».
El precio de la verdad
A lo largo de todo el año han sentido miedo de ser bombardeados y asesinados, a pesar de la ley internacional que protege la seguridad de los periodistas o de la vestimenta que indica su condición de reporteros.
Hasta la fecha, 175 periodistas han sido asesinados mientras cubrían los crímenes cometidos por Israel. Esto constituye un mensaje: Israel no quiere que el mundo sepa las violaciones que comete contra la población civil inocente en la Franja de Gaza.
Además, el Ejército ha estado cortando las comunicaciones durante varias semanas para impedir que los periodistas comuniquen la verdad al mundo.
