Koinu, el tifón, ha llegado a Hong Kong apenas un mes después de que la ciudad se viera afectada por el devastador tifón Saola, que activó la alerta máxima de tormenta «T10». Esta serie de eventos climáticos extremos ha sacudido la región en un corto período de tiempo.
Después de Saola, Hong Kong experimentó lluvias que marcaron récords, las más altas en casi 140 años, causando inundaciones en estaciones de metro, centros comerciales y deslizamientos de tierra. El tifón Koinu, por su parte, mantuvo a la ciudad en vilo, con la tercera alerta más alta en el sistema de alerta de Hong Kong durante gran parte del día.
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Se elevó brevemente a “T9” durante más de cuatro horas cuando se acercaba a la ciudad antes de que se redujera nuevamente a “T8” alrededor de las 23:50 hora local.
Koinu Azota Hong Kong
Aunque la tormenta se degradó a “T8”, el observatorio advirtió que no se debían relajar las precauciones, ya que se esperaban vientos fuertes generados por Koinu. Las condiciones que activan la alerta “T8” se producen cuando la velocidad máxima sostenida del viento de una tormenta alcanza los 117 kilómetros por hora, y los vientos de Koinu se observaron a 145 kilómetros
por hora.
La tormenta también tuvo un impacto significativo en los viajes, con alrededor de 90 vuelos cancelados y otros 130 retrasados en el Aeropuerto de Hong Kong. Además, se suspendieron las operaciones de guarderías, terminales de carga, ferries y autobuses, mientras que las escuelas permanecerán cerradas el lunes.
El gobierno de Hong Kong informó de más de 20 personas heridas y numerosos incidentes con árboles caídos debido a los fuertes vientos. En la provincia china de Guangdong, por donde se espera que pase Koinu en su camino hacia Hainan, se activó una respuesta de emergencia de Nivel III, lo que resultó en la vuelta a puerto de más de 35,500 barcos pesqueros y el cierre temporal de áreas costeras escénicas.
Antes de su llegada a Hong Kong, Koinu azotó Taiwán, causando lluvias torrenciales y vientos sin precedentes en la Isla Orquídea. La tormenta dejó al menos una víctima mortal y dejó a cientos de miles de hogares sin electricidad.
Este aumento en la actividad de tifones y su intensificación se atribuye en parte al cambio climático;que ha hecho que las tormentas tropicales sean más impredecibles y violentas. Los expertos advierten sobre la necesidad de una mayor preparación y adaptación a medida que los patrones climáticos extremos se vuelven más comunes.